Murnau en su máximo nivel. Entrañable, mágica, transgresora, vanguardista. Reconocida hoy más por sus adelantos técnicos, "El último" no es solo la utilización premeditada y calculada por primera vez del movimiento de la cámara y de sus infinitas posibilidades, es también una obra imperecedera por el tema que trata y por suspuesto por la forma en la qeu lo trata. No solo la fotografía de Karl Freund ("Metrópolis", "Drácula" y quien además se atrevió a rodar por su cuenta "La momia" convirtiéndose en uno de los mayores genios de la fotografía del siglo XX) es de las mejores que se han hecho nunca y que ha inspirado sin exagerar a miles de películas posteriores sino que también su escenografía, su ritmo, su montaje y sus interpretaciones están perfectamente sincronizadas y armonizadas. Mención aparte merece su banda sonora, una obra hipnótica y sugerente que mete al espectador en un estado onírico acorde con la forma tan particular que trata el director alemán la historia.
Sencillamente soberbia.
Nota:
9'4