Primer día de setiembre de 1979. Tenia doce años. La Clave. El programa de José Luis Balbín que emitía los sábados por la tarde en donde pude presenciar películas de culto como Ultimatum a la tierra de Robert Wise o King Creole de Michael Curtiz.
Este Dracula de Terence Fisher, su obra maestra, lo esperaba con ansia, lo mismo sucedió con el Planeta de los Simios de Franklin J. Schaffner. Recuerdo que no dejé marchar a mis padres de la casa de los abuelos donde íbamos a cenar todos los sábados hasta que terminó la película, huelga a decir que tampoco mis padres querían marcharse, sobretodo mi padre que el ya la había visto en cine en su estreno años atrás. Mientras volvíamos en coche yo le daba vueltas a lo que había presenciado y alucinaba con lo visto en aquel televisor en blanco y negro. Sólo el principio ( en spolilers ) me dejo clavado, petrificado, en la butaca y su posterior desarrollo a lo largo de esa hora y veinte minutos escasos con su final apoteósico. El libro no lo leí hasta febrero o marzo del año siguiente, una edición de Plaza & Janés que vi en un conocido hipermercado aprovechando el tiron de la nueva versión del momento, me refiero a Dracula de de John badham con Frank Langella como el principe de los vampiros. Todo es perfecto en esta producción, la música utiliza el hilo conductor como pocos films que he visto de una forma muy inteligente, el guión de Jimmy Sangster se atreve en algunos aspectos que en la novela sólo intuía, en una turbia destrucción de lo establecido en las mentes aristocráticas- burguesas de sus personajes, los decorados juegan mucho en su favor, misteriosos, góticos al principio tranquilizadores a lo largo de esa segunda parte del film pero que se tornan amenazadores con la presencia de nuestro villano. Nada es seguro con el líder vampiro. Las entradas de Peter Cushing, tanto como las de Christhopher Lee conducen al film a lo más alto de los standars cinematográficos y claro está la dirección del gran Terence Fisher que supo darle el clímax adecuado.
Pasaron años y el film fue emitido varias veces sobretodo en las incipientes cadenas autonómicas, luego en VHS y más tarde al dvd y blu- ray ( en Inglaterra, aquí es mejor no hablar ) pero el recuerdo de aquel atardecer en una tele en B/N de los abuelos fue donde se pusieron las raíces de mi pasión por el cine y la fantasía y la lectura en general, donde la realidad va más allá...