La crisis financiera mundial empieza a dar sus películas. En “The company men” John Wells nos la muestra desde la óptica de un grupo de directivos de una gran empresa que ven como sus vidas de lujo cambian de la noche a la mañana. No es la mirada de Wells una mirada excesivamente lúcida y crítica, ni siquiera su intención es ir al centro del problema, pero si que contiene unos pocos pasajes que hacen de “The company men” una propuesta interesante. Sobre todo en lo que respecta al personaje protagonista, Bobby Walker, que va a tener que rebajar sus pretensiones iniciales hasta extremos poco menos que humillantes. Cierto que es difícil llegar a sentir empatía por él o por sus compañeros cuando en nuestras propias carnes estamos sufriendo situaciones peores y que en cierta medida la película de Walls transmite un tímido mensaje de esperanza difícilmente trasladable a la dura realidad cotidiana, pero tampoco le podemos negar que la historia que nos cuenta tiene la virtud de mostrarnos que en tiempos de crisis no hay (casi) nadie intocable. John Wells logra darle equilibrio a la historia mediante pinceladas de humor que hacen más digerible el drama humano que nos cuenta y hace de la síntesis narrativa una de las mejores virtudes de la película. Esto y haber conseguido reunir a un elenco de primera línea dan como resultado un debut tras las cámaras más que aceptable y esperanzador.

Lo mejor: los toques humorísticos en medio del drama.

Lo peor: un final excesivamente optimista.