Andrés y Barbara Muschietti, hermanos mexicanos establecidos en Barcelona rodaron en el año 2008 “Mamá” un cortometraje que animó al productor y director mexicano Guillermo del Toro (Cronos; el Espinazo del Diablo; el Laberinto del Fauno; Hellboy) a contar con ellos en la financiación de una versión extendida y traduciéndose en un fenómeno dentro del género de terror que se ha llevado el público norteamericano en el bolsillo. Dicho esto, su estreno en nuestras salas no ha pasado desapercibido, no solo por su premisa, si no por el boca-oreja y los medios de comunicación que han hecho mucha propaganda de un lúgubre cuento gótico de género que con recursos y efectismos más que suficientes, convence aunque menos de lo que se podía esperar.

Porque un argumento prometedor se va deshinchando a medida que la trama avanza. Un tenso inicio, preludio de lo que va a acontecer a un horrible suceso inesperado relacionado con la desaparición de dos niñas en un bosque, después de que su padre las haya secuestrado después de haber matado a su esposa, hace evidente que se cierne una tragedia familiar que luego va a ser olvidada cuando, pocos años después, las niñas son encontradas milagrosamente vivas en sus más truffautianas estigmas propias de “El Pequeño Salvaje” (L´Enfant Sauvage, 1970) al “Eskalofrío” (2008) de Isidro Ortiz.