El esperado capítulo segundo de la saga de Ciencia-Ficción con más adoradores fue lo que la gran mayoría esperaban: un brusco giro que se alejaba del espectáculo infantil deparado en el Episodio I y que parte de los ataques de los fans se dirigió hacia Jar Jar Binks; una criatura orejuda de impronunciable hablar y que aquí pierde notablemente el protagonismo que se había llevado en un principio. De hecho la acción se desarrolla unos años después, con Anakin Skywalker ya crecidito (interpretado por el actor anglocanadiense Hayden Christensen) y el principio de lo que se prevé en una inestable relación sentimental con Padme Amidala (Natalie Portman) que ha abdicado de sus poderes como reina de Naboo y es enviada al planeta Coruscant como senadora.

Lucas se puso manos a la obra para no dejar perder el hilo de su trilogía emprendida como una precuela de los ya clásicos episodios IV, V y VI. En éste episodio II se empieza a tejer lo que empieza a ser un desencadenante de conspiraciones ocultas en el si de la República que ponen en peligro la vida de sus protagonistas así como se empieza a poner en duda la eficacia de los Jedi como mediadores y guardianes de la Paz, por lo que este “Ataque de los Clones” se la considera la entrega más política de la saga.

Y en un atentado empieza cuando Padme aterriza en el planeta Corusant dispuesta a asumir su nuevo cargo. Obi-Wan y el aprendiz de Jedi, el Padawan Anakin se ofrecen de protectores en una inminente cadena de complots en que una prueba es deicsiva para averiguar su origen: el paradero de un misterioso cazarecompensas, Jango Fett (interpretado pòr el actor neozelandés Temuera Morrison, conocido por haber interpretado “Guerreros de Antaño” (Once Were Warriors, 1994) de Lee Tamahori)) implicado, desde un planeta lejano, para ejecutar sus acciones. El secreto bien guardado de un Ejército creado para defender la República a petición de un Maestro Jedi asesinado llamado Syfo-Dyas, complicará aún más las cosas.

De modo sigiloso éste episodio II empieza a atar los cabos: vemos a un inmaduro Anakin a quien no le importa establecer una Dictadura para evitar la corrupción o la presencia de un Jedi renegado, el Conde Dooku, interpretado magistralmente por el veterano Christopher Lee que anteriormente ya había interpretado al inquietante Saruman en la trilogía de “El Señor de los Anillos” de Peter Jackson.