Alice Howland (Julianne Moore) es una reputada lingüista que a sus cincuenta años lo tiene todo: un marido, John (Alec Baldwin) con quien comparte una estabilidad matrimonial envidiable y unos hijos ya emancipados (interpretados por Kristen Stewart, Kate Bosworth y Hunter Parrish) a la espera que algún día la hagan abuela. Gozando de una vida saludable y adecuada a su tren de vida, repentinamente empieza a tener síntomas relacionados con la pérdida de memoria. Cuando le diagnostican Alzheimer empezará a ser consciente que tendrá que tomar unas nuevas riendas a su vida y que tendrá que contar con el apoyo de los suyos para hacer frente a un diagnóstico irreversible.

Julianne Moore aprovecha su envidiable madurez para meterse en la piel de una muejr afectada por un Alzheimer precoz que siempre asociamos a la Tercera Edad. Por su edad, cincuenta años, el personaje de Alice tiene la capacidad luchadora (la capacidad de afrontar su enfermedad) y guerrera (practicando jogging por las mañanas como si nada sucediera) de seguir viviendo dignamente antes de recibir la dramática noticia.

Lo Mejor: Julianne Moore.
Lo Peor: su insistente mensaje que convierte a la película en un telefilme mayor.