Las películas que versan sobre la amistad me tocan el corazón y profundamente. Pienso que el amor es uno de los sentimientos más positivos del mundo y que la amistad, junto al deseo de formar una familia con una persona, son sus vertientes más puras, buenas y que sacan lo mejor del género humano.

Con amor creamos arte, con amor exploramos ese arte y con amor se narran historias maravillosas. Mary and Max es una de ellas, y explica que la amistad, no conoce fronteras ni barreras de ningún tipo. La amistad es bella, desinteresada, por un amigo uno hace lo que sea, viajar distancias increibles, superar malentendidos, conservarla y luchar por ella, además de cultivarla.

Es un toma y daca constante y desinteresado da igual quienes sean y a diferencia del amor entendido como formar una familia, puede compartirse, el otro por inviavilidad pues no, lo que no resta que sea pleno y bello y gratificante.

Se nota que Mary and Max está hecha con amor, con ternura, sus personajes son feos e imperfectos, pero en este mundo la perfección no existe.

En resumidas cuentas, una bella historia de amistad, comparable a Papillon, El Hombre que pudo Reinar, Grupo Salvaje o Cadena Perpetua, profundizando en este bello sentimiento, con una muy curiosa y genial animación en stop motion y plastilinas, por la que siento debilidad. Muy recomendable.