Ya lo había hecho antes en "Destino de Caballero" y vuelve a repetir en ésta cinta anglosajona. Su papel se va desarrollando y va de menos a más en los poco más de 100 minutos que dura la cinta.

En cuanto al argumento, bueno, aunque dentro de la temática típica de las ejecuciones populares de ésta época medieval, el estilo que presenta es muy particular, puesto que el grupo de teatro ambulante al que pretenece se convierte casi sin querer en el tribunal de la sentencia.

Cinta entretenida, con un Vicent Cassel muy flojo (haciendo de malo, casi lo unico que sabe hacer en el cine por lo que se ve), y un Willem Dafoe que ni fu ni fa.