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Western
When the South loses the war, Confederate veteran O'Meara goes West, joins the Sioux, takes a wife and refuses to be an American but he must choose a side when the Sioux go to war against the U.S. Army.
Language of the review:
- es
June 25, 2018
8 of 9 users found this review helpful
Sam Fuller es de esos pocos directores que constituyen un género en sí mismos. Y esta película abarca todos los elementos del Western. Se trata de un film de una densidad enorme, que en tan sólo 85 minutos trata de multitud de asuntos que de manera aislada cada uno de ellos daría para hacer otra película. Los temas cardinales son el Odio y la Reconciliación (ésta última, lograda en virtud de no haber maltratado a los perdedores de la Guerra de Secesión una vez finalizada la misma), pero también están presentes el individualismo tan característico de los Estados Unidos, -que aquí no se conforma con ser la lucha de uno contra todos, sino que va más allá aún, enfrentando a nuestro protagonista incluso contra sí mismo-, el respeto a las creencias ajenas, el patriotismo -con un formidable juego con la bandera en la batalla final-, la Nación como realidad objetiva y hecho de existencia no dependiente de la voluntad humana -que acaba imponiéndose-, la dignidad del pueblo Indio, etc. Y debido a toda esta profusión temática, la película avanza a modo de cortes brutales, por lo que el trabajo de Fuller se parece al de un escultor cincelando una roca.
La elección de Rod Steiger como actor principal fue una apuesta personal de Samuel Fuller, en contra del criterio de la RKO que querían a Gary Cooper, habiendo supuesto todo un acierto a la hora de transmitir ese grado de antipatía que se requería de su interpretación , -su fisonomía juega a su favor en este sentido-, que por otra parte hubiera sido muy difícil de conseguirse con una estrella consagrada.
Esta cinta tiene una clara inspiración fordiana, -John Ford era muy amigo de Fuller y solía asistir a todos sus rodajes-, que aquí queda patente por el origen irlandés del personaje de Rod Steiger, por el cantante del banjo, -el propio director fue al Sur a contratarlo, con la dificultad de convencerlo para que cantase una canción folclórica (con profundo mensaje) subido en un carro, en lugar de encima de un escenario-, por varios actores habituales de John Ford como Olive Carey -la viuda de Harry Carey, que aquí hace de madre de O´Meara-, Carleton Young -en la piel de un cirujano- o todos los especialistas, la música de Victor Young, -que hizo con Ford "Río Grande" y "El Hombre Tranquilo"-, y por la inesperada e insólita aparición de la Religión en la trama.
Aunque quizás sea con Raoul Walsh con quien más se asemeje Fuller, por la fisicidad de sus filmes y por el gusto de ambos por la violencia, -dicen que éste último en vez de decir "acción" durante los rodajes, disparaba un revólver.
El título en español resulta un despropósito. De hecho, Yuma es una localidad situada en el suroeste del Estado de Arizona, famosa por su prisión, y el territorio donde habitaban las tribus indias de esta película pertenece a los norteños Estados de Minnesota, las dos Dakotas, Montana y Nebraska.
La película tiene una estructura en espiral, con recursos que se repiten cual boomerang, como esos títulos de crédito de color rojo intenso insertados en la frente de O´Meara, -en ese arranque "fantastique" en medio de un paisaje completamente mineral, prefigurando lo que será el spaguetti western-, que tiene su correspondencia con la sangre en la frente del único personaje cargado de más odio que él (un tanto más en el debe del cásting, debido al elevadísimo grado de repulsión que también suscita este otro artista), provocada por uno de los mejores balazos de la historia del cine, en la primera vez que se usaron petardos con sangre falsa para simular impactos reales. Asimismo tenemos los dos vuelos de la flecha, ambos interrumpidos por diferentes motivos, -magnífica la primera carrera invocada por "Coyote andante" para evitar su muerte de una forma con la cual no alcanzaría el Paraíso y para darle una oportunidad a su amigo O´Meara (es estupenda la manera en que se plasma la camaradería forjada entre estos dos inadaptados, a base de elipsis temporales), rodada en su mayor parte enfocando a ambos actores de cintura para abajo, debido a la lesión de tobillo que sufría por entonces Rod Steiger y que le impedía correr-; la bala con la que yerra el tiro O´Meara frente a Driscoll y con la cual acabará matando su odio y expulsando todos sus demonios interiores en el epílogo; la dicotomía dentro del Ejército entre la poco valorada Infantería -"sólo las mujeres caminan"...(risas)- y la apreciada Caballería, que tendrá gran importancia simbólica en la confrontación entre los Sioux (a caballo) y los soldados americanos (de a pie), así como la aparición de la armónica -integrada como elemento importante en la excelsa banda sonora-, que acabará siendo clave para el devenir del niño "Lengua Silenciosa" (no es casual la elección de este instrumento, ya que es por su vibración del único modo en que un sordomudo puede saber, por experiencia previa, que está sonando al soplar).
Es interesante también la distinción que se hace en la Institución castrense entre su parte constructiva (encabezada por Brian Keith como el Jefe de Ingenieros) y la destructiva o militar propiamente dicha.
La película cuenta con gran cantidad de primeros planos coincidiendo con momentos de diálogos de gran riqueza (Fuller era además un fenomenal guionista y escritor), que sirven para enfatizar la ideología de los personajes. A este director se le acusó de reaccionario, y es con el paso de los años cómo se le ha ido reconociendo de verdad, siendo esta "Run of the Arrow" el ejemplo perfecto de un título que no ha parado crecer con el paso del tiempo -al ir convergiendo el fondo y la forma-, como los buenos vinos.
Continúa en spoiler por falta de espacio.
La elección de Rod Steiger como actor principal fue una apuesta personal de Samuel Fuller, en contra del criterio de la RKO que querían a Gary Cooper, habiendo supuesto todo un acierto a la hora de transmitir ese grado de antipatía que se requería de su interpretación , -su fisonomía juega a su favor en este sentido-, que por otra parte hubiera sido muy difícil de conseguirse con una estrella consagrada.
Esta cinta tiene una clara inspiración fordiana, -John Ford era muy amigo de Fuller y solía asistir a todos sus rodajes-, que aquí queda patente por el origen irlandés del personaje de Rod Steiger, por el cantante del banjo, -el propio director fue al Sur a contratarlo, con la dificultad de convencerlo para que cantase una canción folclórica (con profundo mensaje) subido en un carro, en lugar de encima de un escenario-, por varios actores habituales de John Ford como Olive Carey -la viuda de Harry Carey, que aquí hace de madre de O´Meara-, Carleton Young -en la piel de un cirujano- o todos los especialistas, la música de Victor Young, -que hizo con Ford "Río Grande" y "El Hombre Tranquilo"-, y por la inesperada e insólita aparición de la Religión en la trama.
Aunque quizás sea con Raoul Walsh con quien más se asemeje Fuller, por la fisicidad de sus filmes y por el gusto de ambos por la violencia, -dicen que éste último en vez de decir "acción" durante los rodajes, disparaba un revólver.
El título en español resulta un despropósito. De hecho, Yuma es una localidad situada en el suroeste del Estado de Arizona, famosa por su prisión, y el territorio donde habitaban las tribus indias de esta película pertenece a los norteños Estados de Minnesota, las dos Dakotas, Montana y Nebraska.
La película tiene una estructura en espiral, con recursos que se repiten cual boomerang, como esos títulos de crédito de color rojo intenso insertados en la frente de O´Meara, -en ese arranque "fantastique" en medio de un paisaje completamente mineral, prefigurando lo que será el spaguetti western-, que tiene su correspondencia con la sangre en la frente del único personaje cargado de más odio que él (un tanto más en el debe del cásting, debido al elevadísimo grado de repulsión que también suscita este otro artista), provocada por uno de los mejores balazos de la historia del cine, en la primera vez que se usaron petardos con sangre falsa para simular impactos reales. Asimismo tenemos los dos vuelos de la flecha, ambos interrumpidos por diferentes motivos, -magnífica la primera carrera invocada por "Coyote andante" para evitar su muerte de una forma con la cual no alcanzaría el Paraíso y para darle una oportunidad a su amigo O´Meara (es estupenda la manera en que se plasma la camaradería forjada entre estos dos inadaptados, a base de elipsis temporales), rodada en su mayor parte enfocando a ambos actores de cintura para abajo, debido a la lesión de tobillo que sufría por entonces Rod Steiger y que le impedía correr-; la bala con la que yerra el tiro O´Meara frente a Driscoll y con la cual acabará matando su odio y expulsando todos sus demonios interiores en el epílogo; la dicotomía dentro del Ejército entre la poco valorada Infantería -"sólo las mujeres caminan"...(risas)- y la apreciada Caballería, que tendrá gran importancia simbólica en la confrontación entre los Sioux (a caballo) y los soldados americanos (de a pie), así como la aparición de la armónica -integrada como elemento importante en la excelsa banda sonora-, que acabará siendo clave para el devenir del niño "Lengua Silenciosa" (no es casual la elección de este instrumento, ya que es por su vibración del único modo en que un sordomudo puede saber, por experiencia previa, que está sonando al soplar).
Es interesante también la distinción que se hace en la Institución castrense entre su parte constructiva (encabezada por Brian Keith como el Jefe de Ingenieros) y la destructiva o militar propiamente dicha.
La película cuenta con gran cantidad de primeros planos coincidiendo con momentos de diálogos de gran riqueza (Fuller era además un fenomenal guionista y escritor), que sirven para enfatizar la ideología de los personajes. A este director se le acusó de reaccionario, y es con el paso de los años cómo se le ha ido reconociendo de verdad, siendo esta "Run of the Arrow" el ejemplo perfecto de un título que no ha parado crecer con el paso del tiempo -al ir convergiendo el fondo y la forma-, como los buenos vinos.
Continúa en spoiler por falta de espacio.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Es asombrosa la durísima discusión entre Rod Steiger y su madre, con los vecinos del pueblo de testigos, planificada de tal forma que concede toda la autoridad moral al personaje de Olive Carey -por su colocación en un primer plano y a una altura superior a la de su hijo, durante la cual apenas se cruzan las miradas, que culmina con un primer plano de esta actriz de perfil y con la cabeza completamente erguida denotando su superioridad.
El tratamiento que se hace de los indios es impropio de la época de filmación, consiguiendo salir victoriosos para nuestra satisfacción como espectadores, y pocas veces han parecido tan auténticos en el Cine, -están impecablemente elegidos y en el caso de los actores que no son de esta raza, como es el caso de Charles Bronson, resulta sorprendente el trabajo de caracterización llevado a cabo con ellos-.
Se les muestra instalados en unos paisajes idílicos,- que contrastan con la aridez por donde avanzan las tropas-, potenciando de este modo la necesidad de defensa de su territorio.
La batalla igualmente está filmada de modo soberbio, mediante el uso de grúas y travellings -que también son empleados muy eficazmente en otros planos y secuencias-, consiguiéndose gran verosimilitud en las muertes, y destacando el trabajo de planificación con todos los extras.
Y destacan también algunos planos de disparos de flechas por la espalda, en los cuales nos anticipamos durante el visionado al conocimiento que tienen los propios personajes de lo que está ocurriendo.
Como curiosidad, durante un pasaje de la narración se explica el origen etimológico del nombre Sioux.
Para finalizar, el papel de nuestra Sarita Montiel como "Mocasín Amarillo", aunque sea breve, es de suma importancia debido a que es quien consigue avivar la conciencia del renegado y atormentado Rod Steiger. En la versión original, por cierto, fue doblada por Angie Dickinson.
El tratamiento que se hace de los indios es impropio de la época de filmación, consiguiendo salir victoriosos para nuestra satisfacción como espectadores, y pocas veces han parecido tan auténticos en el Cine, -están impecablemente elegidos y en el caso de los actores que no son de esta raza, como es el caso de Charles Bronson, resulta sorprendente el trabajo de caracterización llevado a cabo con ellos-.
Se les muestra instalados en unos paisajes idílicos,- que contrastan con la aridez por donde avanzan las tropas-, potenciando de este modo la necesidad de defensa de su territorio.
La batalla igualmente está filmada de modo soberbio, mediante el uso de grúas y travellings -que también son empleados muy eficazmente en otros planos y secuencias-, consiguiéndose gran verosimilitud en las muertes, y destacando el trabajo de planificación con todos los extras.
Y destacan también algunos planos de disparos de flechas por la espalda, en los cuales nos anticipamos durante el visionado al conocimiento que tienen los propios personajes de lo que está ocurriendo.
Como curiosidad, durante un pasaje de la narración se explica el origen etimológico del nombre Sioux.
Para finalizar, el papel de nuestra Sarita Montiel como "Mocasín Amarillo", aunque sea breve, es de suma importancia debido a que es quien consigue avivar la conciencia del renegado y atormentado Rod Steiger. En la versión original, por cierto, fue doblada por Angie Dickinson.