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TOM REGAN rating:
5
Drama. Romance The Passionate Friends were in love when young, but separated, and she married an older man. Then Mary Justin meets Steven Stratton again and they have one last fling together in the Alps.
Language of the review:
  • es
April 30, 2020
3 of 4 users found this review helpful
113/33(29/04/20) Fallido melodrama romántico realizado por David Lean (visualmente tiene momentos atractivos, posee una actuación notable, pero su historia me resulta poco atractiva, siendo el peor error que en el centro está una mujer muy caprichosa e indolente en sus decisiones frente a un triángulo amoroso, se nos dice en varias ocasiones que Steve, su amante no la conoce, como si tuviera un gran secreto que guardar, cosa que nunca aparece, se sugiere (o algo más) que prefiere la estabilidad económica de vivir con un adinerado, pero tampoco es que la veamos disfrutar efusivamente de estos lujos, quedándome con ello un centro de gravedad dramático cojo y confuso que rompe cualquier empatía, empatía que Lean intentará en el tramo final derivar hacia ella, pero esto se siente un intento errado con lo visto hasta entonces. El guionista Eric Ambler (“Oliver Twist”) adapta la novela de 1913 de HG Wells “The Passionate Friends: A Novel”, describe un triángulo amoroso en el que una mujer no puede renunciar a su aventura con otro hombre, basada en parte en la propia experiencia del escritor, que pasaba veranos en casa de su amante Elizabeth von Arnim en los Alpes en Suiza. Al final se siente como una copia bastardeada de la muy mejor “Breve encuentro” (1945) del mismo Lean (incorporando también trenes y sus estaciones), ello incorporando a uno de los ‘cornudos’ (Howard Justin por Claude Rains, este rol valdría para añadir algunas dosis de “Notorius” de Hitchcock, como es esa imagen de las sillas del teatro vacías, o el manejo de los prismáticos en subjetivo para imprimir suspense, además de ser su papel en la cinta hitchcockina el de otro cornudo), pasando de una ama de casa común encarnada por la morena Celia Johnson, a una mujer rubia snob casada con ricachón banquero encarnada por la esposa entonces de Lean, Ann Todd (primera de las tres películas consecutivas que Todd y Lean hicieron juntas, seguidas por “Madeleine” en 1950, y “The Sound Barrier” en 1952), se mantiene Trevor Howard como amante, donde las motivaciones de unos y otros quedan un poco crípticas, sin solidez alguna como si las tenían la pretérita cinta, todo parece aquí más arbitrario, y encima coronado todo por un final acomodaticio y poco valiente. La historia adolece de cierto desbarajuste en el modo de incorporar flash-backs dentro de flash-backs que descolocan y desvían la atención, quizás buscando con esto escapar a la linealidad y monotonía de un elato que pasada media hora parece entrar en un bucle de situaciones que le director solo parece poder romper trasladando la historia a los Alpes suizos, pero lo que es en el contenido se siente (por lo menos yo) cansina, que al final avanza muy poco, sintiéndome ante una historia naif, que quieren melodramatizar con su forzado rush final. La protagonista hace las funciones de narradora del relato, que explica en forma de monólogo interior, evocando hechos de 1930, 1939 (Nochevieja de 1938/39) y 1948 (viaje a Suiza), cuando en la novela era el amante Steve Stratton el que lo contaba en primera persona como si se lo contara a su hijo adolescente. Una película que la censura española, “garante” de la moral y las buenas costumbres no permitió estrenar en España, pues el régimen no podía permitir insinuaciones sobre adulterio.

La historia es que Mary, la mujer en cuestión, prefiere en su día casarse con un hombre de negocios (mayor) con influencia hasta en la política de altos vuelos, y vivir en una sociedad acomodada y poderosa, algo que por otro lado es lícito, a un más humilde aspirante a profesor pero de quien verdaderamente está enamorada.

Como he comentado, el vértice central del triángulo romántico es una inestable mujer, una hedonista sin más ocupación ociosa (al menos eso parece una y otra vez, no se le ve hacer otra cosa) que buscar una y otra a su amor de la juventud. Con el que la vemos en un flash-back decirle que no puede estar con él por motivos peregrinos incomprensibles existencialistas cuasi-kafkianos, pues le ama, pero al parecer no lo suficiente como para casarse con él. Luego la vemos casada con un elegante y sofisticado banquero en una fiesta de fin de año (1939), ve al antiguo amor y le entren picores sexuales, pero al final solo es una calientabraguetas que engaña a su amante con que va a dejar a su esposo. El doliente esposo resulta ser un tipo estoico que aguanta la infidelidad con estilo sardónico, sabiendo que su mujer es demasiado gustosa de la vida fácil en contra de entrar en una vida privada de su tren de vida. Pero luego, años después vuelve a encontrarse con él en Suiza y los ‘picorcillos’ vuelven en su modus operandi volátil. Este personaje nuclear hace que toda la historia se tambalee, y solo se mantenga algo por el estilo visual incisivo de Lean, y por la formidable actuación de Claude Rains.

La fotografía en glorioso b/n Guy Green (“Oliver Twist” o “Madeleine”), maneja resortes dramáticos de modo sensible, con sutil manejo de miradas, fijándose en objetos subjetivamente (‘hitchcockianamente’) para reforzar el poder emocional de estos (las butacas vacías, el folleto de una obra de teatro, un mechero, un bolso abandonado en un sillón,…), con un manejo de las tomas punzando emociones con miradas (las miradas de Mary: Desde lo alto de ella a Steve en Nochevieja; mirando a Steve cuando este llama desde una cabina; la que echa a las vías del metro con claras sensaciones de …), preciso el modo en que Howard (Claude Rains) observa a su esposa ‘furtivamente’ como ella mira desde el balcón del hotel como se marcha Steve, ello a través de una cortina de gasa oscilante por el aire, ella vuelve a la habitación y vemos sus ojos llorosos, ya la vez impactados por la presencia de Howard). Destacando dos escenas, una la de la fiesta de disfraces de Nochevieja, donde el objetivo captura el jolgorio diferentes niveles de altura, y a la vez es capaz de enfrentarnos a como los dos antiguos amantes se fijan uno en otro sutilmente... (sigo en spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
TOM REGAN
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