Average rating
6.5
Ratings
5,702
Reviews
5,200
Lists
10
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
TOM REGAN rating:
7
Language of the review:
- es
June 14, 2019
6 of 7 users found this review helpful
99/08(11/06/19) Tras 13 años esperando la anunciada película que diera conclusión a los cliffhanger de la tercera temporada llega la ansiada terminación con este atractivo y sugerente telefilm, no es una obra maestra, pero a los seguidores de la serie les encantará, no tiene una historia original, pero tiene momentos de gran emotividad (sin caer en lo sensiblero), es tan deliciosa como una nostálgica reunión de amigos que se juntan para un funeral, recordándome en muchos aspectos a “Trainspotting 2”, apenas tiene acción, pero la que hay rezuma realismo, no tiene a un Ian McShane electrizante, pero tiene a un Ian McShane maravillosamente crepuscular, además de reunir a la inmensa mayoría de los personajes míticos de la serie de tres temporadas de la HBO (2004-2006). Dirigida por Daniel Minahan (realizador de cuatro de los episodios de la serie) y escrita por el creador de la serie David Milch para HBO, recientemente se reveló que Milch sufría de la enfermedad de Alzheimer (se hizo público en abril de 2019), y este hecho marca a fuego el clima de ocaso de la historia, y sobre todo como el guionista convierte claramente en su alter ego a Al Swearengen, haciendo de este un tipo muy enfermo, pero manteniendo a fuego su cruda personalidad, y con ello reflexionado sobre aquello del tempus fugit y el memento mori, que cual halo cubre todo el metraje, haciendo también un fresco sobre la construcción de América (el descubrimiento de oro hizo que la gente colonizará lugares inhóspitos, esto provocó la llegada de diligencias, la llegada del tren, la llegada del teléfono,…), lo que hizo vertebrarla y agrandarla, y con ello “civilizándola”. Milch (Nic Pizzolatto reveló había ayudado a Milch a escribir el guión) siembra la película de diálogos mordaces, ingenioso, cínicos, ricos, con claro sabor shakesperianos, ello desarrollado con ritmo sereno pero pétreo, con el inconveniente de tener que dar espacio a tantos personajes que hay ciertos tramos de dispersión, siendo conveniente haber visto la serie para dar fondo a algunas acciones de los personajes, se intentan rellenar con el recurso de flash-backs, pero estos se sienten escasos para dar solidez, dejando arcos argumentales in media res, por lo que será complicado que a quien no haya visto la serie le guste, quizás deberían haberse centrado en menos caracteres, pero mi sensación es que lo que se ha querido hacer es una reunión de amigos que no se ven durante tiempo, ello con un hilo conductor nimio, un McGuffin endeble el poner un villano con el que unir a los viejos amigos, cuando rascando un poquito lo que queda es que todo gira alrededor del crepúsculo del Dios Swearengen y su aceptación del final.
Los seguidores de la serie de culto “Deadwood” recordarán el desgarrador final de la serie, con el mayor anti-héroe que ha dado la televisión Al Swearengen arrodillado sobre el suelo rascando con rabia con un cepillo una gran mancha de sangre que intenta limpiar, producto del sacrificio humano que tuvo que hace para salvar la vida de Trixie, ello para ofrecer un chivo expiatorio al potentado George Hearst para calmar su sed de venganza. Tras esto más de dos lustros después arranca con el estallido del progreso en el Oeste, ejemplificado en esa locomotora que cruza la pantalla hacia Deadwood (en la serie nunca hubo estación de tren en la ciudad minera). Tras esto vemos a una ebria Calamity Jane sobre un burro en medio de la montaña, y suelta un monólogo sobre el paso del tiempo mientras mira a lo lejos Deadwood, señalando el mantra del telefilm, el lapidario Cronos aplastándonos a cada segundo.
Tras esto nos sumergimos en un paseo melancólico a través de los personajes iconos de la serie, en pequeñas píldoras los vamos viendo, y aparentemente solo han cambiado en que son más viejos, sus personalidades siguen intactas, ello con un ritmo sereno pero marcando sus cartas, con la típica verborrea que Milch nos tenía acostumbrados, en una turbia mezcla entre Shakespeare y lenguaje soez. Seguimos viendo detalles en personajes que enriquecieron la serie, como ese chino Wu (Keone Young), que durante la serie solo respondía con “hijoputa, hijoputa!”, ahora habla algo más, pero su negocio secundario continua (deshacerse cadáveres echándolos a los cerdos); La fiel empleada de Al, Jewel (Geri Jewel), asistenta del salón Gem de la que todos hacen bromas, pero ella aguanta con dignidad y teniendo momentos enternecedores como cuando masajea los pies del enfermo Al; El doctor Doc Cochran (Brad Dourif) y su modo de filosofar; Calamity Jane (Robin Weigert) y su dulce relación de reencuentro con Joanie (Kim Dickens); Alma (Molly Parker) y su tristeza inherente a sus encuentros con su gran amor Seth Bullock; y más.
Una película deudora por supuesto de la serie, amamantada en su realismo crudo, en su ambientación realista (la ciduad recreada por la diseñadora de producción Maria Caso y filmada en los mismos escenarios que Westworld), en situaciones impactantes mezcladas con charlas punzantes, donde la violencia atávica está siempre latente, aunque no es ni mucho menos lo principal, donde la línea entre la moralidad y la amoralidad se difumina en medio del barro de las mugrientas calles.
Se le puede achacar no hay solidez narrativa, no hay historia de peso dramático detrás (lo de un terreno que un humilde personajes no quiere vender al poderoso, y este último aborda el tema por la tremenda resulta muy sobado), solo parece hecho el film para dar conclusión a Al Swearengen, resto de subtramas se quedan en final de una temporada más, aunque con muy poético final bajo la nieve, se abarca demasiado y se aprieta poco, aunque lo poco es mucho para el espectador ávido de volver con estos viscerales personajes.
Ian McShane es el amo y señor de la función, físicamente disminuido aquí (con cirrosis hepática), con menos presencia, pero su portentosa sombra cubre cada milímetro de Deadwood, Milch le regala las mejores oratorias, las mejores frases,... (sigo en spoiler)
Los seguidores de la serie de culto “Deadwood” recordarán el desgarrador final de la serie, con el mayor anti-héroe que ha dado la televisión Al Swearengen arrodillado sobre el suelo rascando con rabia con un cepillo una gran mancha de sangre que intenta limpiar, producto del sacrificio humano que tuvo que hace para salvar la vida de Trixie, ello para ofrecer un chivo expiatorio al potentado George Hearst para calmar su sed de venganza. Tras esto más de dos lustros después arranca con el estallido del progreso en el Oeste, ejemplificado en esa locomotora que cruza la pantalla hacia Deadwood (en la serie nunca hubo estación de tren en la ciudad minera). Tras esto vemos a una ebria Calamity Jane sobre un burro en medio de la montaña, y suelta un monólogo sobre el paso del tiempo mientras mira a lo lejos Deadwood, señalando el mantra del telefilm, el lapidario Cronos aplastándonos a cada segundo.
Tras esto nos sumergimos en un paseo melancólico a través de los personajes iconos de la serie, en pequeñas píldoras los vamos viendo, y aparentemente solo han cambiado en que son más viejos, sus personalidades siguen intactas, ello con un ritmo sereno pero marcando sus cartas, con la típica verborrea que Milch nos tenía acostumbrados, en una turbia mezcla entre Shakespeare y lenguaje soez. Seguimos viendo detalles en personajes que enriquecieron la serie, como ese chino Wu (Keone Young), que durante la serie solo respondía con “hijoputa, hijoputa!”, ahora habla algo más, pero su negocio secundario continua (deshacerse cadáveres echándolos a los cerdos); La fiel empleada de Al, Jewel (Geri Jewel), asistenta del salón Gem de la que todos hacen bromas, pero ella aguanta con dignidad y teniendo momentos enternecedores como cuando masajea los pies del enfermo Al; El doctor Doc Cochran (Brad Dourif) y su modo de filosofar; Calamity Jane (Robin Weigert) y su dulce relación de reencuentro con Joanie (Kim Dickens); Alma (Molly Parker) y su tristeza inherente a sus encuentros con su gran amor Seth Bullock; y más.
Una película deudora por supuesto de la serie, amamantada en su realismo crudo, en su ambientación realista (la ciduad recreada por la diseñadora de producción Maria Caso y filmada en los mismos escenarios que Westworld), en situaciones impactantes mezcladas con charlas punzantes, donde la violencia atávica está siempre latente, aunque no es ni mucho menos lo principal, donde la línea entre la moralidad y la amoralidad se difumina en medio del barro de las mugrientas calles.
Se le puede achacar no hay solidez narrativa, no hay historia de peso dramático detrás (lo de un terreno que un humilde personajes no quiere vender al poderoso, y este último aborda el tema por la tremenda resulta muy sobado), solo parece hecho el film para dar conclusión a Al Swearengen, resto de subtramas se quedan en final de una temporada más, aunque con muy poético final bajo la nieve, se abarca demasiado y se aprieta poco, aunque lo poco es mucho para el espectador ávido de volver con estos viscerales personajes.
Ian McShane es el amo y señor de la función, físicamente disminuido aquí (con cirrosis hepática), con menos presencia, pero su portentosa sombra cubre cada milímetro de Deadwood, Milch le regala las mejores oratorias, las mejores frases,... (sigo en spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
… la más compleja personalidad, pero ahora su cuerpo (en claro paralelismo con su creador Milch) no le responde a su antológica agresividad, aun así sigue siendo el alma, figura deidífica que observa desde el balcón de su negocio lo que sucede en “su” ciudad, pero ahora su misión es organizar su despedida, reflexiona sobre la muerte existencial en un diálogo sensacional con Doc Cochcran, un tipo tallado a hachazos por el oeste, y el actor lo encarna con un carisma majestuoso, tanto es así que su carrera posterior parece intentar emular a Al. Milch le regala el final primero con una frase épicamente sarcástica, muy propia del rol, y posteriormente con un gesto cortante y la vez lírico; Seth Bullock es el referente moral de la serie, y de la película, el Marshall de Deadwood, tipo lacónico, taciturno, de mundo interior convulso, debe reprimir sus sentimientos cuando chocan su sentido del deber (su esposa y cumplir la ley) frente a su corazón impulsivo (Alma y sus ansias de venganza). Timothy Olyphant lo encarna con gesto serio y regio, con esos andares rígidos, le otorga alma y grietas, sobre todo en los encuentros de miradas con Alma, y en los arranques de furia (menuda paliza le da a un linchador!); Trixie sigue igual de lenguaraz, de apasionada, de vehemente, solo que ahora está embarazada, sigue con Sol. Mantiene la mochila de sentirse acuciada por la muerte de una compañera que sirivio para salvarle la vida, tiene una relación entrañable con Al. Tiene un suave arco de desarrollo en la película que se ejemplifi8ca cuando al final responde calmándose a una indicación de Seth. Paula Malcomson le da vida con aire de veracidad arrollador, con esa rabia arrabalera tan natural de la que siempre hizo gala, racial (esa salida al balcón para increpar a George Hearst es apabullante) y espléndida; Gerald McRaney como George Hearst cumple con creces con su rol de villano áspero, representa el progreso, y como aplasta el pasado, representa el capitalismo salvaje, representa la civilización impuesta a la fuerza del dólar, muy bueno el actor; Las mujeres siempre han tenido mucha importancia en la serie, y aquí no podía ser menos (aparte de la ya mencionada Trixie), empezando por Calamity Jane embestida por Robin Weigert con su habitual cinismo; Joanie Stubbs encarnada por Kim Dickens, como la prostituta de buen corazón, proyectando encanto y dulzura; Alma Garrett encarnada por Molly Parker, lo hace con fuerte personalidad, con un manejo sublime de la mirada en sus ententes con Seth; Caroline Wooldgarden dándole vida Jade Pettyjohn, en un rol que parece hecho para una serie, pues se le da tiempo como si fuera a ser importante, y solo parece estar para reflejar que la prostitución nunca parará. Anna Gunn como Martha Bullock aporta esa mirada temerosa de que su mundo se desmorone, o sea que su marido se vaya con su verdadero amor.
Spoiler:
El trémulo final: Trixie junto a Al, lo observa con tristeza, Al resuella, y vemos en primer plano como Trixie le coge la mano, y comienza a recitar el “Padre nuestro”, pero Al, con su cinismo seco y en sus últimos estertores le espeta “Deja que ese maldito se quede allí arriba…” (Puro David Milch), la cámara baja a las manos unidas, y un dedo de Al hace un brusco movimiento y ya vemos que ha expirado, y fundido a negro.
Personajes que deben elegir entre el deber y sus impulsos, muertes, decisiones, nacimientos, y el progreso, el amor, el odio, temas universales que se dan en este mosaico. Y como todo en la vida nada acaba, queda por saber que ocurrirá con George Hearst, que ocurrirá con su anhelada venganza contra Trixie.
Me queda una deliciosa propuesta para los fans de la serie, con sus defectillos, pero pasar un rato con unos viejos amigos con los que has disfrutado tanto resulta entusiasta: Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el telefilm ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/06/deadwood.html
Spoiler:
El trémulo final: Trixie junto a Al, lo observa con tristeza, Al resuella, y vemos en primer plano como Trixie le coge la mano, y comienza a recitar el “Padre nuestro”, pero Al, con su cinismo seco y en sus últimos estertores le espeta “Deja que ese maldito se quede allí arriba…” (Puro David Milch), la cámara baja a las manos unidas, y un dedo de Al hace un brusco movimiento y ya vemos que ha expirado, y fundido a negro.
Personajes que deben elegir entre el deber y sus impulsos, muertes, decisiones, nacimientos, y el progreso, el amor, el odio, temas universales que se dan en este mosaico. Y como todo en la vida nada acaba, queda por saber que ocurrirá con George Hearst, que ocurrirá con su anhelada venganza contra Trixie.
Me queda una deliciosa propuesta para los fans de la serie, con sus defectillos, pero pasar un rato con unos viejos amigos con los que has disfrutado tanto resulta entusiasta: Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el telefilm ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/06/deadwood.html