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TOM REGAN rating:
6
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- es
March 8, 2022
1 of 2 users found this review helpful
69/04(05/03/22) Irregular dramedia en modo ómnibus escrita y dirigida por el cineasta de culto Jim Jarmusch, colección de cinco viñetas, transcurren durante una misma noche, sobre el vínculo temporal formado entre taxista y pasajero en cinco ciudades: Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki. La acción de las viñetas tiene lugar al mismo tiempo, y casi todo el tiempo dentro del habitáculo del vehículo, moviéndose desde Los Ángeles en los Estados Unidos hasta Helsinki, Finlandia, en cada uno de los países hablando en su idioma de origen. La escena en cada ciudad parece ocurrir cada vez más tarde en la noche debido a los cambios de zona horaria. Cinco microhistorias sin más afán que hacer un mosaico de personajes por el mundo, pero sin capacidad de hondura alguna. Como todo formato ómnibus peca de irregularidad en la suma de historias, variando el género en cada una de ellas entre el drama y la comedia, predominado el estilo Jarmusch en retratar a tipos solitarios, perdedores, seres marginales, y en la noche se mueven como pez en el agua, desenvolviéndose en medio de diálogos sobre todo tipo de temas (sobre el sentido de la vida, el hermanamiento de razas, los disminuidos físicos, el sexo disfuncional, o el dolor verdadero).
Se puede ver la habilidad del director en retratar en pocas imágenes la ciudad en cada segmento, hay unas charlas ágiles, algunas buenas actuaciones (Armin Mueller-Stahl, Roberto Benigni, Béatrice Dalle, o Matti Pellonpää), otras que cumplen el trámite (Gena Rowlands, Giancarlo Esposito, Rosie Perez, o Isaac de Bankolé), y una que está penosa (Wynona Ryder), tiene una bonita cinematografía de Frederick Elmes (“Terciopelo Azul” o “La tormenta de hielo”), con un gran trabajo de iluminación nocturna, promisión de tomas largas, o travellings; Y posee una banda sonora creada por Tom Waits combina guitarra, violoncelo, trompas, acordeón, percusión y teclados, una melodía con reminiscencias a ser el tic tac de un reloj descontando los minutos para que acabe la noche, que proyecta un clima de contrarreloj. Sumase una canción final, "Back In The Good Old World", entonada por Waits y Katleen Brenan.
Tras los créditos iniciales, un plano fijo muestra cinco relojes. Cada uno lleva encima un letrero con las inscripciones Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki, respectivamente. Así comienza este viaje al fin de la noche, en el que acompañamos a cinco taxis que circulan por las calles de su ciudad simultáneamente; cinco pequeñas historias que muestran lo extraordinario de lo cotidiano y el misterio de unas horas del día en las que puede pasar de todo.
Los Ángeles: Al caer la tarde, la taxista con pinta mugrienta, Corky (Winona Ryder), con mancha de grasa en el rostro, con gorra, fumando, desaliñada, y con un aparatoso manojo de llaves colgando del pantalón, recoge a una ejecutiva de Hollywood, Victoria Snelling (Gena Rowlands) en el aeropuerto y, mientras Corky conduce, Victoria intenta hacer negocios por su teléfono. Cuando Victoria sugiere que conducir un taxi no es una gran carrera, Corky responde que su sueño, de hecho, es convertirse en mecánico. Durante el viaje, Victoria, que es agente de casting, se da cuenta de que Corky sería ideal para un papel en una película que está seleccionando. El taxi es un Chevrolet Caprice Classic Wagon de 1985; Tiene una moraleja bastante tontuna sobre los sueños por realizar, y como algunas veces no coinciden con lo esperado; Muy simplista y artificioso, aparte de tener una actuación y caracterización bochornosa de Wynona Ryder, aparte de llevar un taxi que parece salido de una chatarrería, me queda un sketch malo.
Nueva York: Helmut (Armin Mueller-Stahl), un inmigrante de Alemania Oriental que era payaso en su país de origen, ha encontrado trabajo como taxista. Al anochecer, recoge a un pasajero llamado YoYo (Giancarlo Esposito), un joven astuto que quiere ir a Brooklyn. Cada vez más alarmado por la incapacidad de Helmut para manejar una transmisión automática, la ignorancia de la geografía de Nueva York y el escaso dominio del idioma inglés, YoYo toma el volante. Durante el viaje, YoYo ve a su cuñada Angela (Rosie Perez) en la calle y la obliga a subir al taxi para llevarla de regreso a casa. El taxi es un Ford LTD Crown Victoria de 1983; Un bloque de comedia tontorrona, pretende hacer gracia con situaciones pueriles, como ponerse una nariz roja, tocar una trompetilla, hacer chistes con los nombres, o que alguien tenga el título de taxista sin saber conducir. Olvidable.
París: Por la noche, un taxi recoge a dos diplomáticos africanos borrachos, se burlan del humilde conductor (Isaach De Bankolé) y les resulta gracioso que sea de Costa de Marfil. En francés, cuando dice que es ivoirien, dicen il voit rien (no puede ver nada). Harto de sus insultos, los echa, olvidándose de sacarles dinero. A continuación, recoge a una atractiva joven (Béatrice Dalle, bella actriz que Jarmusch hace se transforme en invidente con gestos extraños), que es ciega. Como ella no puede ver el color de su piel, él le pregunta de dónde cree que es. Después de pensarlo un momento, dice Costa de Marfil. Espinosa y sexualmente provocativa, ella rechaza la mayoría de sus esfuerzos por ser amigable, considerándolo por debajo de ella, pero él está genuinamente fascinado por ella y su situación. El taxi es un Peugeot 504 de 1980; Historieta que no se sabe bien de qué va, supongo que de juntar a dos minorías en un negro y una mujer ciega, pero esto se hace con una conversación adusta, pretendidamente divertida, pero que resulta antipática. Aparte de no saberse para que la ciega quiere la dejen en medio de la noche en la orilla del Sena.
Se puede ver la habilidad del director en retratar en pocas imágenes la ciudad en cada segmento, hay unas charlas ágiles, algunas buenas actuaciones (Armin Mueller-Stahl, Roberto Benigni, Béatrice Dalle, o Matti Pellonpää), otras que cumplen el trámite (Gena Rowlands, Giancarlo Esposito, Rosie Perez, o Isaac de Bankolé), y una que está penosa (Wynona Ryder), tiene una bonita cinematografía de Frederick Elmes (“Terciopelo Azul” o “La tormenta de hielo”), con un gran trabajo de iluminación nocturna, promisión de tomas largas, o travellings; Y posee una banda sonora creada por Tom Waits combina guitarra, violoncelo, trompas, acordeón, percusión y teclados, una melodía con reminiscencias a ser el tic tac de un reloj descontando los minutos para que acabe la noche, que proyecta un clima de contrarreloj. Sumase una canción final, "Back In The Good Old World", entonada por Waits y Katleen Brenan.
Tras los créditos iniciales, un plano fijo muestra cinco relojes. Cada uno lleva encima un letrero con las inscripciones Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki, respectivamente. Así comienza este viaje al fin de la noche, en el que acompañamos a cinco taxis que circulan por las calles de su ciudad simultáneamente; cinco pequeñas historias que muestran lo extraordinario de lo cotidiano y el misterio de unas horas del día en las que puede pasar de todo.
Los Ángeles: Al caer la tarde, la taxista con pinta mugrienta, Corky (Winona Ryder), con mancha de grasa en el rostro, con gorra, fumando, desaliñada, y con un aparatoso manojo de llaves colgando del pantalón, recoge a una ejecutiva de Hollywood, Victoria Snelling (Gena Rowlands) en el aeropuerto y, mientras Corky conduce, Victoria intenta hacer negocios por su teléfono. Cuando Victoria sugiere que conducir un taxi no es una gran carrera, Corky responde que su sueño, de hecho, es convertirse en mecánico. Durante el viaje, Victoria, que es agente de casting, se da cuenta de que Corky sería ideal para un papel en una película que está seleccionando. El taxi es un Chevrolet Caprice Classic Wagon de 1985; Tiene una moraleja bastante tontuna sobre los sueños por realizar, y como algunas veces no coinciden con lo esperado; Muy simplista y artificioso, aparte de tener una actuación y caracterización bochornosa de Wynona Ryder, aparte de llevar un taxi que parece salido de una chatarrería, me queda un sketch malo.
Nueva York: Helmut (Armin Mueller-Stahl), un inmigrante de Alemania Oriental que era payaso en su país de origen, ha encontrado trabajo como taxista. Al anochecer, recoge a un pasajero llamado YoYo (Giancarlo Esposito), un joven astuto que quiere ir a Brooklyn. Cada vez más alarmado por la incapacidad de Helmut para manejar una transmisión automática, la ignorancia de la geografía de Nueva York y el escaso dominio del idioma inglés, YoYo toma el volante. Durante el viaje, YoYo ve a su cuñada Angela (Rosie Perez) en la calle y la obliga a subir al taxi para llevarla de regreso a casa. El taxi es un Ford LTD Crown Victoria de 1983; Un bloque de comedia tontorrona, pretende hacer gracia con situaciones pueriles, como ponerse una nariz roja, tocar una trompetilla, hacer chistes con los nombres, o que alguien tenga el título de taxista sin saber conducir. Olvidable.
París: Por la noche, un taxi recoge a dos diplomáticos africanos borrachos, se burlan del humilde conductor (Isaach De Bankolé) y les resulta gracioso que sea de Costa de Marfil. En francés, cuando dice que es ivoirien, dicen il voit rien (no puede ver nada). Harto de sus insultos, los echa, olvidándose de sacarles dinero. A continuación, recoge a una atractiva joven (Béatrice Dalle, bella actriz que Jarmusch hace se transforme en invidente con gestos extraños), que es ciega. Como ella no puede ver el color de su piel, él le pregunta de dónde cree que es. Después de pensarlo un momento, dice Costa de Marfil. Espinosa y sexualmente provocativa, ella rechaza la mayoría de sus esfuerzos por ser amigable, considerándolo por debajo de ella, pero él está genuinamente fascinado por ella y su situación. El taxi es un Peugeot 504 de 1980; Historieta que no se sabe bien de qué va, supongo que de juntar a dos minorías en un negro y una mujer ciega, pero esto se hace con una conversación adusta, pretendidamente divertida, pero que resulta antipática. Aparte de no saberse para que la ciega quiere la dejen en medio de la noche en la orilla del Sena.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Roma: En horas de la madrugada, un excéntrico taxista (Roberto Benigni) recoge a un cura (Paolo Bonacelli). Mientras conduce, comienza a confesar sus pecados. Para gran incomodidad del sacerdote, entra en gran detalle sobre cómo descubrió su sexualidad, primero con una calabaza y luego con una oveja, luego detalla una historia de amor que tuvo con la esposa de su hermano, imitando las acciones y articulando los gritos; para mí, el mejor de todos, y añado que soy nada fan de Benigni, pero aquí borda su típico rrol, con una frescura y labia proverbiales en su acidez sexual, con electricidad narrando sus ‘aventuras’ sexuales, con una descripción tan maravillosa que aprese lo estemos viendo, un motor-mouth arrollador. Aunque me sobra la escena en que vemos a una pareja fornicando en la calle, me resulta un estereotipo sobre los latinos bastante zafio.
Helsinki: Después de pasar una noche bebiendo mucho, tres trabajadores (Kari Väänänen, Sakari Kuosmanen y Tomi Salmela), uno de los cuales acaba de ser despedido de su trabajo y se ha desmayado ebrio, se suben a un taxi para volver a casa. En el camino, los dos trabajadores conscientes hablan sobre la terrible situación en la que se encuentra su amigo inconsciente, sin trabajo y teniendo que enfrentar un divorcio y una hija embarazada. El conductor, Mika (Matti Pellonpää), luego les cuenta la historia más triste que jamás hayan escuchado. El taxi es un Volvo 144 de 1973; Me ha gustado este, de como como muchas veces creemos estar muy mal, pero siempre habrá alguien que este mucho peor y con ello podamos sentir que nuestros problemas no lo son tanto. Me ha resultado emocionante la historia que cuenta el taxista sobre su hijita, estremecedora.
Para terminar, una última muestra del elegante detallismo de Jarmusch: el viaje se inicia en Los Ángeles al atardecer, y termina en Helsinki al amanecer, con un tipo tirado en la acera nevada, somnoliento, siendo saludado de modo flemático por gente que se levanta para trabajar.
Los dos taxistas finales hacen que el tiempo no hay sido perdido. Fuerza y honor!!!
Helsinki: Después de pasar una noche bebiendo mucho, tres trabajadores (Kari Väänänen, Sakari Kuosmanen y Tomi Salmela), uno de los cuales acaba de ser despedido de su trabajo y se ha desmayado ebrio, se suben a un taxi para volver a casa. En el camino, los dos trabajadores conscientes hablan sobre la terrible situación en la que se encuentra su amigo inconsciente, sin trabajo y teniendo que enfrentar un divorcio y una hija embarazada. El conductor, Mika (Matti Pellonpää), luego les cuenta la historia más triste que jamás hayan escuchado. El taxi es un Volvo 144 de 1973; Me ha gustado este, de como como muchas veces creemos estar muy mal, pero siempre habrá alguien que este mucho peor y con ello podamos sentir que nuestros problemas no lo son tanto. Me ha resultado emocionante la historia que cuenta el taxista sobre su hijita, estremecedora.
Para terminar, una última muestra del elegante detallismo de Jarmusch: el viaje se inicia en Los Ángeles al atardecer, y termina en Helsinki al amanecer, con un tipo tirado en la acera nevada, somnoliento, siendo saludado de modo flemático por gente que se levanta para trabajar.
Los dos taxistas finales hacen que el tiempo no hay sido perdido. Fuerza y honor!!!