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TOM REGAN rating:
8
Drama The grandeur of the Roman world and powerful jealousy thunder together in Joseph L. Mankiewicz’s adaptation of William Shakespeare’s famous JULIUS CAESAR. Scheming Cassius (John Gielgud), envious of the honors and love conferred upon Caesar by the Roman people, convinces Brutus (James Mason) and other senators that Caesar must be slain before he accepts the ultimate honor of king. But loyal Marc Antony (Marlon Brando), calling forth ... [+]
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  • es
July 17, 2014
5 of 5 users found this review helpful
97/03(08/07/14) Notable adaptación de la shakesperiana obra “Julio Cesar” (1599) dirigida por un gran director de actores como Joseph Leo Mankiewicz. Universal obra que toca temas que más de 5 siglos después de ser escrita siguen vigentes. Posee una sobria puesta en escena que deja sobresalir las impresionantes actuaciones de unos actores en estado de gracia.

Estamos en la Roma del año 44 antes de Cristo, Julio César (gran Louis Calhern) es el gran conquistador de la República Imperio, ha añadido varios grandes regiones a Roma, acaba de derrotar a Pompeyo en la Batalla de Farsalia, su popularidad no tiene límites. En Roma es aclamado por la plebe mientras desfila con su esposa Calpurnia (buena Greer Garson) y con su fiel Marco Antonio (gran Marlon Brando), un adivino (buen Richard Hale), previene a Julio César sobre los Idus de marzo, pero varios senadores recelan de sus ambiciones, entre ellos Bruto (gran James Mason) que ve nocivo para Roma el poder absoluto que puede serle ofrecido por el Senado, el sibilino Casio (gran John Gielgud), Casca (buen Edmund O´Brien) o Metelo (correcto Tom Powers), y conspiraran para asesinarlo.

John Houseman es el productor e impulsor del film para la MGM, en 1937 con su compañía co-creada con Orson Welles Mercury Theater hizo una aclamada versión en los escenarios de Broadway, protagonizándola Welles, aunque estaba enemistado por una pelea con Welles recurrió a él, pero este estaba preparando otra shakesperiana obra para el cine, “Otelo”, financiada por el Rey Faruk de Egipto, así que Houseman echó mano de Mankiewicz, que además adapta con fidelidad la obra del genial bardo del 1599 que se inspiraba en textos de Plutarco, por supuesto no se le puede buscar rigor histórico es una fabulación dramática sobre lo que realmente pudo pasar, donde incluso se inventan personajes.

Es esencialmente teatro con majestuosa puesta en escena, pero teatro, no lo entiendo como un defecto si no como un homenaje a Shakespeare y a como el proyectó su obra, con diálogos lapidarios, con soliloquios solemnes, con el marcado marchamo tearal-operístico, para disfrutar debes aceptarlo como aceptas en un musical que en medio de una conversación se pongan a cantar y bailar. Es un relato que aborda la capacidad de manipulación, de demagogia, de hipocresía que detenta la condición humana, impresionante el discurso de James Mason, pero Marlon Brando hace lo difícil y le supera, demostrando que con pasión y mucha labia se puede ser el Maestro de Marionetas, haciendo que las masas del populacho bailen a su antojo. La cinta posee un fluido ritmo, unos inteligentes diálogos de una enorme profundidad en manos de unos actores sublimes. La historia reflexiona sobre los mecanismos sibilinos del poder, sobre la demagogia enfrentada al idealismo, sobre dos formas de entender la política, en realidad se enfrentan el fascismo de que como una persona está destinada a ser el guía de un pueblo, aunque sea a través de la tiranía, en este caso Julio César, y la otra la República donde el poder recae en los senadores, representan a la nobleza del pueblo, dos imperfectos sistemas, de hecho Mankiewicz tiene el acierto de no posicionarse, no hay buenos y malos, todos son grises, priman las ideologías manejadas con demagogia, las dos, las dos creen tener razón, las dos creen estar luchando por su pueblo, es un duelo por la integridad personal en el que sobresale Bruto. Y la ley del más fuerte siempre terminara siendo la opción ganadora, se ahonda en las debilidades humanas como la codicia, la ambición, la traición, la hipocresía, la venganza, el egocentrismo, la vanidad, la envidia, la mentira, la tiranía, en duelo contra la lealtad, el idealismo, el honor, la nobleza, o el patriotismo. Se estudia los mecanismos en las alcantarillas del poder, las medias verdades, la tergiversación de argumentos, las conspiraciones en las que se unen todo tipo de personas, con diferentes visiones del mundo pero con el Enemigo a derrocar, se reflexiona sobre las astucia, sobre la ambigüedad moral para moldear a la opinión pública a tu antojo.

La cinta posee grandiosos momentos que perduran en la mente del buen cinéfilo, desde el arranque en que la gente festeja la entrada de Julio César en roma tras su victoria ante Pompeyo, cuando poco tiempo atrás vitor4eaban a Pompeyo como salvador de la República, o la sibilina reunión nocturna en casa de Bruto donde los conspiradores con Casio a la cabeza convencen al anfitrión de asesinar a Julio César, o el modo sutil apelando a su vanidad y narcisismo en que el senador Décimo Bruto convence a Julio césar de que debe ir al Senado a pesar de los malos augurios de los sueños de su esposa Calpurnia (buena Greer Garson),terminando Julio con la frase <El cobarde muere mil muertes", decide estoicamente, el héroe una vez>, o la portentosa planificación del apuñalamiento (23) múltiple en el senado, con ese último pincho de bruto, con julio César acercándose en un sofocante primer plano con la mano extendida hacia su ahijado y este le responde clavándole la daga y el asesinado responde con la mítica frase <Tú también Bruto>, y por supuesto el Descomunal duelo de discursos, primero el de Bruto/Mason embestido de idealismo y patriotismo republicano, y el segundo el de marco Antonio/Brando con el cuerpo en brazos aun sangrante de Julio César, pasional, mordaz, agudo, penetrante, arrollador, sublime, arranca con <Amigos, romanos, compatriotas, prestadme vuestros oídos. Vengo a enterrar a César, no a alabarlo. El mal que hacen los hombres vive después de ellos, el bien es a menudo enterrado con sus huesos; Que así sea con César…>, 12 minutos Apoteósicos, el zenit de la película, una de las cimas de la retórica y el dominio de las masas, o la reunión del triunvirato Lépido, Octavio y Marco Antonio culminada con la alegórica imagen de Marco moviendo el busto de Julio César para a continuación sentarse en el sillón Imperial. (Continua en spoiler sin)
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TOM REGAN
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