293/13(23/09/11) Película famosa por ser la última que dirigió el maestro del suspense Alfred Hitchcock, es una pequeña gamberrada en la que en un tono desenfadado y con grandes dosis de humor negro se nos relata una historia que tratada por otro podría habérsela tomado en serio y no resultar tan amena y placentera. El guión es de Ernest Lehman que se basa en una desconocida novela de Victor Canning de 1972 ‘The Rainbird Pattern’, un especialista en los musicales (‘El Rey y Yo’, ‘Sonrisas y Lágrimas’, ‘West Side Story’ o ‘Hello Dolly’) y que trabajo anteriormente en la aclamada ‘Con la muerte en los talones’, y lo borda con una descripción de personajes magnífica, en cuatro trazos sabemos quiénes son y cómo se comportaran, Lehman quería darle un tono dramático y oscuro, pero Alfred decidió acentuar un desarrollo ligero y falto de pretensiones, por lo que sus fallos son tolerables, es una cuasi-parodia de los films de secuestros, de espiritismo, de persecuciones. Va sobre una timadora-médium, Blanche Tyler (correcta Barbara Harris), embauca a una anciana, Julia Rainbird (Cathleen Nesbitt), y tras una sesión esta le hace saber que busca al único heredero de su fortuna, el hijo que su hermana 40 años atrás dio en adopción, para ello ofrece una gran recompensa, Blanche tendrá la ayuda de su novio, George Lumley (buen Bruce Dern), un taxista que fingirá ser abogado o detective, el problema viene en que el heredero Arthur Adamson (correcto William Devane) es un secuestrador profesional con la ayuda de su pareja Fran (correcta Karen Black) por lo que cuando se acercan a él piensa que es otro el motivo. Son dos tramas que se entrecruzan, por un lado están los aficionados a detectives, una pareja muy divertida, con diálogos entre ellos hilarantes, por el otro está el binomio criminal que utiliza métodos sofisticados para llevar a cabo sus raptos, ingenioso el del obispo, esta es presentada de un modo más seco y áspero, unos desconfiados paranoicos, entre los dos dúos se establecen paralelismos, los dos son timadores, fingen ser quienes no son, son avariciosos, pero mientras unos no cruzan la línea del crimen la otra hace ya mucho que la sobrepasó. La cinta es una pequeña broma del orondo realizador, que se podía permitir reírse de sí mismo, parodiando escenas ya hechas por él, ejemplo es la disparatada del descenso sin frenos de la pareja Barbara-George, es una gansada donde Hitch hace una guasa destruyendo toda seriedad con Barbara haciendo posturitas inverosímiles en el auto, parecía Lina Morgan, con unas transparencias de fondo tan marcadas que solo pueden ser para provocar risa. (continua en spoiler sin spoilers)