238/29(26/07/11) Buena miniserie estadounidense que hace un fresco de Los Juicios de Núremberg, el juicio llevado a cabo por las fuerzas vencedoras en la segunda Guerra Mundial sobre los dirigentes nazis capturados con el mariscal Herman Göring a la cabeza, desde su gestación, organización y complejo proceso judicial. Es un fresco de lo más importante que allí aconteció. Los protagonistas son por un lado el fiscal americano Robert Jackson, (buen Alec Baldwin que también es productor ejecutivo), encarna la rectitud, la justicia, el respeto a la democracia, todo lo que los nazis repudiaban, en el otro lado del ring está Göring (excelente Brian Cox), que con gran inteligencia rebate con argumentos demagógicos e hipócritas las terribles acusaciones. El film tiene la tara de contar algo archiconocido, por lo que sus mejores bazas están en humanizar y dar rostro a los nazis para de este modo el relato sea aúna más terrorífico, pues viene a decirnos que cualquiera en determinadas circunstancias puede ser un monstruo. La historia tiene mucho en común con ‘Vencedores y vencidos’ de Stanley Kramer, en las dos el clímax de emociones se produce con las imágenes de el holocausto en los campos de exterminio, sobrecogedor, y lo más grave viene con las excusas de los nazis, con el clásico <Yo no sabía lo que ocurría> o <Todo es un montaje>. La cinta tiene un ritmo sereno pero ágil, las conversaciones entre el psicólogo judío y Göring o Speer (buen Herbert Knaup) son muy buenas, los dos distintos modos de enfrentarse al juicio, uno con el orgullo y la satisfacción de haber cumplido con su deber y el otro con el arrepentimiento y la asunción de todas las acusaciones. De lo más reseñable del telefilm es la actuación de Brian Cox, derrocha carisma, una personalidad arrolladora que te la crees dirigiendo a las masas, enardeciendo a sus compañeros, Cox hace un trabajo espléndido, su pose, sus gestos, su mirada, un portento. La puesta en escena resulta muy elegante, está muy cuidada. Uno de sus defectos sería el romance entre el fiscal Jackson y su secretaria, aporta cero al desarrollo de la trama, desvía la atención hacia algo insustancial, un pegote metido con calzador, supongo para dar fondo al personaje un tanto plano de Baldwin. La miniserie no puede quitarse de encima un cierto aire a docudrama, lo cual la hace un tanto fría, muy buen documento didáctico pero gélido a la hora de ahondar en muchos personajes, excepto el de Göring, muy bien descrito. Recomendable a los que gusten de este tema. Fuerza y honor!!!