Cuando se habla de "Psicosis", por regla general la gente suele recordar la mítica e impactante escena de la ducha. Y con razón en cierta manera, pues ese momento, con la música de fondo, los planos que lo forman y la atmósfera hacen de esa escena un punto a marcar dentro de la historia del cine. Sin embargo, la celebérrima obra del mago del suspense aguarda muchas más cosas.

Es cierto que "Psicosis" tiene algún que otro momento surrealista y que no encaja, pero son tan pocos y como se contrastan con la maestría de otros, al final acaban dando igual. Empezando por las actuaciones, en general todas están bien, pero el que se sale de su personaje es Perkins. Creo que no hay actor que mejor le haya venido su papel nunca. Hace un trabajo absolutamente magnífico, con todos sus movimientos y gestos espeluznantes, sobre todo el último de todos, verdaderamente aterrador. Sin él la película no sería ni de lejos lo que es.
Otro de los mejores elementos es la fantástica música. No es necesario decir ya nada de ella, pues todo el mundo la conoce. Una banda sonora totalmente enigmática y que deja un aire de suspense magnífico durante todo el metraje.
La dirección como no, magistral. Esa elegancia al mover la cámara demuestran una gran maestría. La forma de rodar, los planos envolventes... Solo podían salir de un maestro.
El guión, apoteósico. En realidad hay tantos factores memorables en este film que resulta costoso nombrarlos todos.

Sin duda alguna, una película casi perfecta en todos los sentidos, y una obra que hay que ver como mínimo una vez en la vida.