La psique de un Peter Pan cualquiera es como una camisa de costuras apretadas a través de las cuales revienta el natural impulso de crecer. El adulto responsable se compra una camisa nueva y deja que se pudran los harapos de su infancia en algún arcón del subconsciente, olvidando el ayer en función de las exigencias del mañana. Es el proceso normal de la vida; así es como funcionan las cosas. Jugar a la eternidad es divertido hasta que empiezas a trabajar.

Sin embargo, el auténtico Peter Pan, el niño-símbolo, nunca usó camisa. Pero en "Hook" se narra lo que pasaría si Wendy hubiese decidido llevarse a Peter de Nunca Jamás a Ahora y Siempre y lo hubiera convertido en todo un señor gordo, burgués y con gafas. Lo que pasaría es eso que nos pasa a nosotros cuando descubrimos los harapos del arcón olvidado y nos preguntamos porqué los hemos guardado en lugar de deshacernos de ellos. Un déjà-vu persistente que pincha en el corazón como una piedra en un zapato.

Pero aunque Peter haya olvidado, no todos se han olvidado de Peter. Los Niños Perdidos necesitan un líder, los guerreros indios un héroe, las sirenas un amante, Campanilla un compañero y el Capitán Garfio, un enemigo. Ellos acuden a territorio hostil para recordarle a Peter que aunque le pese el culo y se haya extinguido la fe, todavía es capaz de regresar. Y Peter...regresa.

Vuelven las aventuras del niño que no quería crecer y es Spielberg y tampoco se indaga mucho y le falta crueldad y le falta simbolismo y sutileza, pero para ver hadas es preciso creer en ellas y para ver una buena película también hay que creer en ella y acaso ver cosas que no existen y es por eso que me gusta esta historia a pesar de todo.

Lo que pasa es que a veces es difícil darse cuenta, porque Peter Pan cambia de nombre y a veces se llama otra cosa como por ejemplo Viajar, Conocer Gente Extraordinaria, Soñar con la Jubilación, Tocar en un Grupo, Hacer Deporte, Jugar al Rol, Comprar Cosas Estúpidas, Leer Libros Estupendos o bien, porqué no, Escribir en Filmaffinity.

Saludos a todos y no crezcáis nunca.