Bueno, amiguitos, estamos ante una de esas películas que divide al público. Y voy a adelantar acontecimientos porque sé que tarde o temprano alguno que haya flipado horrores con el super latita man nos va a salir con el clásico "ES UN PELICULÓN DE ALUCINE CON MUCHOS EFECTOS YO NO SÉ A QUÉ VA LA GENTE AL CINE SI QUIEREN VER PELIS DE BERGMAN QUE SE QUEDEN EN CASA. QUE SE JODAN TODOS LOS GAFAPASTAS IRON MAN HA VUELTO".

Que síiiiii, que sabemos que esta no es una peli de Bergman. Que síiiii, que no todas las pelis buenas son gafapastas. Pero NO. No somos gafapastas pedantes intelectualoides porque no nos guste la película. ¿Lo captas o te pongo un ejemplo?

A mí me encantan las bebidas burbujeantes de cola. Son también mierdas químicas prefabricadas, pero incluso entre la mierda hay categorías. No es lo mismo la cola original, la pepsi, la potable del Carrefur y la pocho-cola del Dia. "Iron man 2" es una digna cola marca Eroski. Pero no es la mejor bebida de cola disponible en el mercado.

Y no hay manera: sea cual sea el planteamiento de la historia y el personaje, las pelis de superhéroes de la Marvel comienzan con la misma falta de ruido y terminan con el mismo exceso de estrépito. Pero los efectos y el casting de caras conocidas puede distraer lo suficiente como para evitar darse cuenta de que el signo de identidad de este cine pasa por la mecanización y no precisamente la de Iron Man.

Dicho esto, queda claro que no vamos a ver grandes sorpresas en "Iron Man 2": su capacidad de epatar es directamente proporcional al número de millones invertidos en efectos especiales. Si la personalidad turbulenta y megalómana de Tony Stark hace un juego interesante con su alter ego superheroico es nada más que por el encanto de Robert Downey Jr., que le dedica al papel un talento que éste no merece.

¿Se acaban con Downey Jr. las bondades del producto? No. La armadura de Iron Man es una auténtica pasada, la primera aparición de Mickey Rourke armado para hacer el mal elevará la media de adrenalina de toda la sala y las referencias a tótems sagrados de las sagas Marvel como los Vengadores y el adamantium satisfarán a quienes buscaban la continuidad de este universo en la pantalla de cine.

Por lo demás, dramatismo de quita y pon, escenas de relleno para parar un tren y personajes que no van a ningún lado. Más de lo Mismo y no precisamente Mejor.