Bajo el horrible título de Mudanza Mortal, nos llega la estadounidense Aftermath, que está dirigida por el responsable de la mediocre The Wicked (2013), y protagonizada por Ashley Greene (Crepúsculo, 2008), y Shawn Ashmore (X-Men, 2000).

Una joven pareja acepta un trato y se muda a una casa de ensueño para salvar su matrimonio. Pronto, eventos inquietantes revelan el turbulento pasado de su nuevo hogar.

Absolutamente todo en Mudanza Mortal resulta extremadamente visto en otras muchas películas, desde elementos que no voy a nombrar que recuerdan, entre otras películas, a The Boy (William Brent Bell, 2016), hasta la mil veces vista protagonista a la que nadie cree. Las actuaciones cumplen sin destacar con unos papeles estereotipados en extremo, con una Ashley Greene con potencial para más, y un Shawn Ashmore con el piloto automático puesto de principio a fin. La película se guarda algún giro, que aunque la gran mayoría de gente intuirá sin mayor problema que es lo que está pasando exactamente, la trama logra que la película llegue a ser un placer culpable para una tarde tonta.

Mudanza Mortal es otra película mediocre más que engloba el catálogo de Netflix, y aunque la propuesta entretiene en todo momento que no es poco, estamos ante una cinta completamente olvidable.

Nota personal 5/10