Tercera entrega de la saga iniciada en 1997 con la correcta Wishmaster (Robert Kurtzman) que mezcla fantástico con terror. Dirigida en este caso por un director con ningún éxito entre sus trabajos, habiendo dirigido films como The Fear 2: Miedo en Halloween (1999).

La Piedra del Diablo, un descubrimiento arqueológico del antiguo Islam, mantiene atrapado en su interior al demonio Djinn. Pero cuando una joven y brillante universitaria, Diana, desvela el secreto del Ojo de Dios, libera también inesperadamente al demonio. Ahora, lo único que separa al mundo de su destrucción total son los tres deseos de Diana. ¿Podrá descubrir el modo de detener al Djinn antes de que mate a sus amigos y acabe con nuestro universo?

Esta tercera entrega pierde por completo la gracia de la entrega original, echando gravemente en falta a Andrew Divoff (Wishmaster, 1997) en el papel del Djinn, que está interpretado en esta ocasión por un descafeinado Jason Connery (Destino al Infierno, 2005) que no hace justicia al papel al estar tan desacertado como el resto del reparto. En este film que parece contar con menos recursos que sus anteriores entregas, tanto los efectos como las apariciones del monstruo antagonista son contadas, y cuando ocurren, chirrían en exceso, viéndose muy postizas.

En Wishmaster 3, se ha pretendido dar una continuidad a la historia a base de copiar lo contado en sus dos predecesoras sin intentar contar nada nuevo, el peor de sus problemas viene en que lo que cuenta, a parte de ser refrito, está mal contado a todos los niveles.

Nota personal 2/10