Esta es la película que más ha defenestrado la crítica. Cada uno tiene su opinión y busca lo que busca, pero, para mí, la excelencia de esta película radica entre el dilema entre lo viejo y lo joven, las nuevas y viejas ideas, usando como nexo de unión a un Mel Gibson que está más que espectacular (no diré qué papel ocupa).

La crítica malatrató a esta película sólo porque NO había muchas tortas. Y, yo pregunto: ¿y en el final del tercer acto, que?, ¿en el mismo principio, qué?

Los jovenes, más que correctos y cumpliendo muy bien sus papeles. Harrison Ford, Wesley Snipes, Kelsey Grammer, y un simpático Antonio Banderas, están muy bien en sus roles.

Se le echa de menos a Bruce Willis. Pero, se dice que no aparece por motivos que no voy a contar. Pero, a su vez es un acierto, ya que él tenía su carga en las otras dos películas y en esta se da el paso a Harrison Ford como el paso a un nuevo ciclo.

Las cosas cambian y todo debe evolucionar. Este film, revitaliza la saga y eso ayuda a dar paso a "Los Mercenarios IV" (que, a ver, cuándo llega).