Hay films que, desde su mismo estreno, entran de lleno en la
categoría de "películas de culto". Ésta es una de ellas. Por todo, por
ser de Tarantino, por el grandioso homenaje a las pelis de serie B y
serie Z (rayas en la pantalla, cortes, cambios de color en la imagen), y
por el argumento en sí: violencia, tías buenas y emoción. Pero no se
resume todo en esas tres características. Tarantino puede estar tarado
(que lo está), pero es un director excelente, uno de los mejores, sin
duda alguna. Si a eso unimos su notable capacidad como guionista, ya es
el acabose. De ahí que las escenas estén tan logradas, los planos tan
cuidados, los sustos tan calculados... Incluso la primera parte de la
peli, sin casi acción, te deja clavado en el asiento. Por los diálogos,
las situaciones surrealistas, la sensación permanente de tensión, del
"va a pasar algo pero no acaba de pasar"... Junto con su "gemela" Planet
Terror compone una auténtica sinfonía de lo macabro y lo primario, que
estoy seguro seducirá a todos los espectadores.