Como en "Dark City" de Alex Proyas hay seres de otros planetas que tienen envidia de ciertas características de los seres humanos y por eso nos vigilan e intentan explorar.
En ésta es sólo un miembro de un planeta muy lejano que llega con la intención de aprender una de las cualidades que tenemos y que a ellos les es imposible manifestar como son la empatía y el amor.
Se trata de una fantasía para toda la familia entretenida y amena, es su propósito, con dosis de humor que mejoran su calidad y con momentos de tensión bien dosificados.
Lo mejor de la película son las reacciones de los niños, incrédulos al principio con la suerte de profesora que les ha tocado, y aterrados después temiendo lo que se avecina y además toda la serie de maniobras y artificios que debe hacer la sospechosa de no ser humana ante el gran número de padres, resolviéndolos siempre a favor suyo con las consecuentes posturas que toman después los progenitores sobre sus hijos, creyendo que tienen demasiada imaginación.
Es algo inferior a otro producto danés de las mismas características "La isla de las almas perdidas", pero como en aquella su narración es ágil, aunque no tan progresiva y con un guión más limitado.
P.D. Ya se que se valora mucho mejor que ciertos relatos sean sobrios y serenos como es el caso de ese fenómeno social proveniente de Suecia llamado "Déjame entrar", pero eso no significa que esté más conseguido, es otro tipo de narración y para mí no dista tanta diferencia a la hora de valorarla, y hasta en algunos aspectos es inferior.