Click here to copy URL
Spain Spain · Madrid
GVD rating:
7
Mystery. Thriller Boston, 1962. Several elderly women are strangled, apparently by the same unknown assailant. An investigation ensues, but clues lead nowhere. Then the strangler starts to attack younger women. John Bottomly (Henry Fonda) is assigned to direct a more intense investigation, interviewing even the remotest suspects. Meanwhile, the murders continue. Dianne Cluny (Sally Kellerman) survives an attack but remembers only that she bit her ... [+]
Language of the review:
  • es
January 2, 2008
58 of 62 users found this review helpful
Viendo "El estrangulador de Boston" no puedo evitar que me venga a la memoria aquella magnífica "M, el vampiro de Düsseldorf" del gran Fritz Lang. Ambas relatan el terror que puede provocar en la sociedad un asesino. Para mí, las dos tienen dos partes claramente diferenciadas.

La primera parte abarca el proceso de busca y captura del asesino, así como los asesinatos. En "El estrangulador de Boston" se cuenta como si de una crónica policial o periodística se tratase, rayana en el documental. En esta parte desfilan interrogaciones, falsos culpables, sospechas, etc. Se sigue con interés y sin desmayo, pero en ningún momento siento miedo o suspense, ni me es transmitida la opresión que sufre la ciudad; sensaciones todas que sí me las provocaba "M".

Pero, ahora bien, cuando un inconmensurable y sobrecogedor Tony Curtis abre la segunda parte, comienza el gran cine. La aversión que me provocaba el asesino en la primera parte se torna en comprensión y lástima en la segunda, puesto que muestra a un hombre aparentemente normal, con su curro y familia, al que le ha tocado una devastadora y macabra lotería: la de la psicopatía con trastorno de personalidad.

Si en "Psicosis" Hitchcock empleó esa enfermedad para construir un film de terror, aquí, sin embargo, se utiliza un film de intriga para llevar a cabo un estudio de la enfermedad. Para llevar a cabo este escalofriante análisis, Tony Curtis nos da pie para que vislumbremos el monstruo que su personaje lleva en su interior. El marco de esa deshumanizada celda de manicomio , es para mí simbólica: es la de su propia mente, que impide cualquier acercamiento al tormento en el que está atrapado. Brutal, escalofriante y terrible.

En su conjunto, la película es irregular, pero la parte final posee una fuerza y un terror tales que suple casi todos sus defectos. Incluso, para mí, comparándola con “M”, deja el retrato del asesino de esta última en pañales, sólo aguantando el tipo el gran Peter Lorre. Muy buena.
GVD
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow