Altas eran mis expectativas e ilusión para ver la versión de los hechos de “El Álamo” .También he de admitir que otro punto por el cual el film se me antojaba interesante era el poder contemplar la faceta de John Wayne como director. Ciertamente, Wayne nunca me ha atraído para nada, pero he de decir que muchos de sus westerns me encantan, tiene un imán de lo más poderoso para atraer las grandes producciones ambientadas en el salvaje oeste, y encima codeándose de grandes genios del género como John Ford, Howard Hawks y Henry Hathaway. Sin embargo, a los pocos minutos de iniciarse la cinta, es fácil vislumbrar que Wayne no aprendió bien de sus maestros…

Remontándonos a los hechos históricos, el carácter exageradamente conservador de su director y protagonista le impide ver lo que realmente supuso el Álamo. Wayne únicamente se sirve de su contexto para realizar una “americanada” propagandística de lo machos que son los americanos, que todos son unos héroes de pura cepa. Ilusos…

Wayne trata de sobresaltar el patriotismo y el valor de su nación, tratando incluso de llevarla a los tiempos en que se realizó su película. Conseguir la verdad es que lo consigue, a la vez que logra que veamos todo este vehículo propagandístico como lo que verdaderamente es, cayendo en el más absoluto ridículo. Entrando en materia del film en sí, no se puede negar que goza de buena salud y presupuesto. Wayne dispuso de buenos medios, pero está absolutamente todo desaprovechado. Su introducción es más que notable, pero ahí acaba todo. La fuerza restante que le queda está reservada para la batalla final. El resto es lento, pesado y aburrido. Es un film de 160 minutos que bien podría haberse condensado en 80 y hubiera ganado muchos enteros a pesar de sus idiotas e hipócritas pretensiones.

Lo único que entra por los ojos de “El Álamo” es su nutrido elenco de actores, con Laurence Harvey, por ejemplo. Fue además el film por el que comenzó mi interés por el gran Richard Widmark. Su intervención en la cinta de Wayne fue lo único positivo que saqué de su visión. Me depararían buenos ratos con un grandioso y temperamental actor. Wayne dejó de gustarme bastante después de esta cinta…