Si su perro saliva al escuchar el sonido de una campana porque intuye que va a recibir comida, seguramente el comportamiento del ser humano también pueda ser condicionado si cambiamos su entorno. De esta premisa parte el argumento de "Entre pillos anda el juego", una comedia de John Landis ácida y brutal contra el sistema capitalista (es este aspecto el que, en mi opinión, la distingue de otras). Quizá no es todo el rato desternillante en carcajadas y tiene algún giro inverosímil (ver spoiler), pero entretiene, hace reflexionar y cuenta con dos cómicos en estado de gracia (especialmente Murphy, genial en su primera escena). Además, incluye a secundarios de lujo como Denholm Elliott, el inolvidable Marcus Brody de las aventuras de Indiana Jones.
Hoy en día esta película sería políticamente incorrecta por sus referencias - camufladas con toques de humor - racistas, discriminatorias hacia los pobres, sobre conductas sexuales estereotipadas... Afortunadamente eran los 80.
Ah, y no te preocupes si lo tuyo no son los conocimientos financieros. Vas a entender perfectamente cómo funciona la compra y venta de acciones en la Bolsa.
Eso sí, Elmer Bernstein debió de tomarse un relax para la banda sonora, pues casi toda se sustenta en "Las bodas de Fígaro", de Mozart.
Mi nota: 7,6