Nolan nos trae en esta película al menos tres niveles de interpretación, todos geniales. Tenemos la literal, el "thriller policial" con los personajes de Gotham, en la que cada cosa conecta con la siguiente para hacer un épico combate de "gato y ratón" entre héroe y villano.

Luego tenemos la política. Dent y Batman representan al Gobierno de Estados Unidos y el "oscuro secreto" de que deben cruzarse líneas morales, violando derechos de los ciudadanos y llegando al inmoral "el fin justifica los medios", para luchar contra "el terrorismo", representado por el Joker. La película claramente ve como un mal necesario los límites que se rompen (tanto en la película como en la realidad).

Y también tenemos la interpretación filosófica/sociológica. La lucha por el alma de los ciudadanos de Gotham. En esta, vemos la visión del Joker, anarquista/caótico, que considera las reglas de la sociedad una pantomima para ocultar el miedo a la muerte de las personas, que siempre están a punto de convertirse en lo que supuestamente no son (monstruos capaces de cualquier cosa), por la naturaleza egoísta del hombre y su deseo de sobrevivir a toda costa. En contraposición, la visión de un igualmente perturbado Batman de "la Ley y el Orden". Él confía en la bondad intrínseca de las personas (quizás idea fijada en él por sus padres caritativos), y en que siempre que tengan esperanza, elegirán el camino moral y seguirán las reglas, lo que beneficia al individuo y por consiguiente al conjunto. Irónicamente, ambos traicionan sus creencias para demostrar su veracidad. El Joker se burla de la necesidad de elaborar planes para "tener control de sus pequeños mundos" (sus vidas), sin embargo elabora varios (incluyendo de respaldo). Batman, por su parte, cree en la bondad de los humanos y su tendencia a respetar las reglas de convivencia, sin embargo las viola como un criminal más para intentar eliminar a aquellos que no las cumplen y se aprovechan de los indefensos que sí lo hacen. No puede ser todo más perfecto.

Las cositas relativamente malas: Nolan no dirige bien las pocas escenas de combate y peleas, aunque en su visión del personaje, no es relevante. La edición quizás sea muy frenética y las transiciones de escenas, algo bruscas. Al mismo tiempo, hacen de esta película un producto muy excitante. Adoro este film.