41 años y mucho cine por los ojos, pocos por el corazón y menos con amor, 41 años para poder disfrutar de Toto, de una película que es cine puro, de una banda sonara que te llega como muy pocas, del sueño de todo cinefilo, trabajar en un cine, estar en la piel de Toto, enamorarnos como el se enamora de un primer amor, de como la vida pasa y nosotros con ella, que por mucho que queramos huir siempre están nuestras raíces de como una película puede ser tan real como la vida misma, como todos hemos sido Toto en la vida y como nos hubiese gustado serlo, una película de cine sobre el cine y de como amarlo. Al final como Salvatore y el cine mueren en un mismo momento, todos somos todo llorando y riendo en una escena final como la vida misma porque el cine es un paraíso donde refugiarnos donde recordar sesione dobles, la mano de tu madre y las risas de tus hermanos, porque Cinema Paradiso es simplemente CINE en mayúsculas, 41 años y por muchos más.