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Spain Spain · sevilla
Jlamotta rating:
6
Fantasy. Comedy. Horror It's a drug that promises an out-of-body experience with each hit. On the street they call it Soy Sauce, and users drift across time and dimensions. But some who come back are no longer human. Suddenly a silent otherworldly invasion is underway, and mankind needs a hero. What it gets instead is John and David, a pair of college dropouts who can barely hold down jobs. Can these two stop the oncoming horror in time to save humanity? No. No, they can't.  [+]
Language of the review:
  • es
October 8, 2012
10 of 10 users found this review helpful
El cine sobre drogas y adicciones suele provocar división entre los que aceptan sin rechistar sus normas fuera de control y descocadas asumiendo que la única forma de entender su significado es sumergiéndose sin condiciones en sus consecuencias, y los que lo consideran simplemente una ida de olla digna de un demente mental con delirios de artista. Suele ser así. Ejemplos los hay a montones. Requiem por un sueño (Requiem for a dream), Miedo y asco en Las Vegas (Fear and loathing in Las Vegas), Trainspotting, Blow, Enter the void, El almuerzo desnudo (Naked Lunch), A scanner darkly, etc. Películas extremas muy diferentes al resto y totalmente autoconscientes de que lo son (lo que a veces es un arma de doble filo). Directores de culto en su mayoría como Aronofsky, Gilliam, Linklater o Cronenberg. Alucinaciones, ensoñaciones, tiempos muertos, reencarnaciones, pesadillas...es un tipo de espectáculo que exige toda la atención de su espectador y, sobre todo, paciencia. Paciencia para introducirse en ese mundo de malos sueños que la mayoría desconoce, por lo que la curiosidad y el rechazo a lo desconocido se dan cita sin saber cual de los dos ganará. John Dies at the end va de eso mismo. Mundos paralelos, monstruos, extraterrestres, saltos de espacio y tiempo, etc. Pero la particularidad del montaje sustentado en flashbacks para narrar la historia y la continua intromisión de los muertos en el mundo de los vivos le añade una especia más a este guiso para distinguirlo de otros del sub-género de la serie B. Porque si algo es este alocado film es pura serie B con un director de serie B orgulloso de pertenecer a la serie B. Don Coscarelli es un clásico irrefutable para sus fans y director de culto para otros. Yo no diría tanto, pero si tiene mérito debutar en la dirección cinematográfica con diecinueve años (Jim, the world greatest) y haber creado uno de los mitos más originales del terror moderno como Phantasma. También le da puntos extra el convertir a una leyenda como Bruce Campbell en Elvis en la descacharrante Bubba Ho-Hep.

Es curioso como la figura de Campbell sobrevuela por todo el film a pesar de no salir ni un segundo en pantalla. El espíritu de la brillante saga Evil Dead (miedo me da su próximo remake) está presente en la formación de unos incapacitados e improbables héroes como futuros salvadores del mundo (unos carismáticos Chase Williamsom y Rob Mayers). No solo son antihéroes sino que están colocados la mayor parte del tiempo, lo que les permite ser testigos de una invasión silenciosa promovida por seres de otro planeta. No les queda otro remedio que embarcarse en una confusa aventura repleta de diálogos hilarantes y un humor escatológico y salvaje. La narración, como dije antes, está construida mediante flashbacks explicativos intercaladados de forma anárquica con el presente, donde un enorme Paul Giamatti (es alucinante como se hace el amo de la función en todas sus películas, sabedor de que tiene pocos rivales de su altura que le puedan devolver el golpe) ejerce como periodista interesado en la rocambolesca historia de los dos jóvenes. En entender y discernir esos segmentos se encuentra la clave. Pero no es nada fácil. Hay dos formas de tomársela: totalmente a cachondeo y disfrutando sin más, o intentar analizarla. Vamos a intentar analizarla. Para mi es decisivo comprender la división entre tangible e intangible que Coscarelli se esfuerza en hacer cada cierto tiempo. Creo que el director americano intenta explicar que el mundo de los muertos tiene un cordón umbilical inseparable del mundo de los vivos y que la no aceptación de este hecho podría provocar un choque de intereses entre ambos sectores. Evidentemente esta reflexión no tendría sentido si no estuviese posicionada en el marco de la ciencia-ficción. Pero dando eso por sentado, se puede decir que los efectos de la droga no dejan de ser algo intangible, un efecto no se puede tocar, y es paradójico que nuestros protagonistas consumidores de alucinógenos accedan a esa visión privilegiada por estos medios. Seguramente esto no tenga sentido alguno y Coscarelli solo quería tener una excusa para una historia divertida, pero a veces el contemplar algo desde otra perspectiva puede arrojar luz a según que temas.

Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Jlamotta
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