Los zombis en "El día de los muertos" son maravillas de efectos especiales y visuales, con adornos de carne putrefacta colgándoles de sus extremidades pútridas y amoratadas mientras se inclinan sobre la cámara y gimen sus tristes baladas. A destacar al comienzo de la película el impacto visual del zombi de pelo eléctrico y de lengua colgando, seguramente el deseo sexual de muchas... He de confesar que estos cadáveres andantes tienen mucho mejor pinta que los de "La noche de los muertos vivientes" que fue la película original del maestro Romero.

Pero, los zombis aquí tienen un problema en El día de los muertos: en mi humilde opinión quedan eclipsados a un segundo plano por los personajes aquí retratados que se supone que son un retazo de los últimos seres humanos reales, resulta una labor imposible robarle una escena a un zombi, especialmente a uno de esos totalmente reventado como a mi me gustan y esto es así una vez descubierta la exageración interpretativa de esta película. Los personajes gritan encabronados sus frases desde el principio hasta el final, con las sienes palpitando de ira... Romero en esta ocasión ha centrado la acción en un entorno visualmente lóbrego, una cueva de almacenamiento subterránea, un agujero mugriento lleno de mierda, una de esas minas abandonadas reconvertida en un almacén secreto. Los zombis, han invadido Estados Unidos supuesta mente o eso creo, y en la oscuridad de ese mugriento agujero de mierda hay un grupo de científicos y militares que suministran aun jugandose el pellejo, de zombies que sirven de conejillos de indias para experimentos.

Es una idea valida y muy curiosa, en particular si Romero hubiese mantenido la seriedad de las anteriores... Pero, por el contrario, nos encontramos con un investigador que es un carnicero demente y sin escrúpulos, un andrajoso con la ropa cubierta de sangre y de todo tipo de mierda acumulada, cuya idea de entender la ciencia consiste en enseñar a un estúpido cadáver monigote llamado Bub a manejar un Walkman de Sony. Mientras tanto, el jefe al mando del contingente militar, (Joseph Pilato) se convierte en un pequeño y violento dictador cabrón que establece la ley marcial y amenaza a diestro y siniestro con poner fin a esos experimentos. Su opositora es una científica que resulta que los tiene bien puestos, (Lori Cardille) como se puede ver en el intercambio de acusaciones airadas entre ella y el jefe militar en donde no duda en mandarlo a tomar por culo...

Bueno al rollo... que se me va! Por lo menos creo yo que en las pelis anteriores, nos sentíamos realmente identificados con el pequeño grupo superviviente. Los considerábamos personajes más o menos positivos y nos importaban. Esta vez, los supervivientes son en su mayoría desagradables, violentos, cada uno con su puta chifladura y tan nobles que con toda certeza nos imaginamos que sobrevivirán... Según el científico tarado de El día de los muertos, los cadáveres se mueven constantemente por impulsos primitivos arraigados en sus médulas espinales, unos tembleques que crean la apariencia de vida mucho después de que haya desaparecido en ellos la consciencia y la inteligencia humana o más o menos algo así. Espero que esto no sea este el mismo destino que aguarde a futuras adaptaciones de películas de zombies de Romero sino deberían de dejarlo tal cual, ahora, que aún les lleva ventaja.