Un niño quiere crecer y para ello pide un deseo, con tal buena/mala suerte que se le concede.

Una vez convertido en Tom Hanks tendrá que enfrentarse a los problemas inmediatos como la desesperación de su familia por su "desaparición", y a los propios de la vida adulta; trabajo, dinero, vivienda y demás. Como es de suponer su espíritu juvenil lo hará diferente, le abrirá muchas puertas blablabla.

Objetivamente no es nada del otro mundo. Es una peli familiar bastante entretenida, de esas que escasean en estos días. Sus casi 30 años le han servido para que se le coga cariño, y Big es ya una cinta que casi todos hemos visto y que deberemos poner a nuestros hijos para disfrutarla con ellos.

Desde luego la nominación al Oscar a Mejor Actor de Tom Hanks está totalmente fuera de lugar, pero no es ni la primera ni la última vez que la Academia hace esta clase de cosas.

Es esa estética, esa atmósfera ochentera una de las cosas que más me gustan de Big. Lo mismo me pasa con muchas otras películas de la década. Esos dos chavales con esas chupas, paseando con esas bicis por esa calle otoñal con esas casas...llega a ser todo tan nostálgico y tan atractivo.

Definitivamente gran parte del cine ochentero es único y maravilloso.