The Incredibles 2, dirigida por Brad Bird, del estudio Disney-Pixar, cuenta con el gran apoyo de crítica y de público porque se lo ha ganado. Si la primera era buena, esta segunda entrega la mejora. Una de las mejores propuestas de animación, con permiso de Isla de Perros (que me ha robado el corazón). Los superhéroes están ilegalizados, no deben actuar, y la familia: Helen, Bob, Violet, Dash y el bebé Jack-Jack, deberán aprender a vivir con ello. Sin embargo, la llegada de un magnate fan de los superhéroes comenzará la carrera para la legalización de estos, convirtiendo a Helen en la punta de lanza. Esto provocará que Bob deba encargarse de las tareas de casa mientras su esposa trabaja. Con todo lo que eso significa para un hombre de acción como él.

LOS INCREÍBLES 2 supone un entretenimiento de principio a fin. Acción a raudales y mucha imaginación en combates que quitan el sentido de lo bien hechos que están. De la animación no vamos a hablar, pues Disney-Pixar son los mejores y la calidad es incuestionable. Pero no es una película que se centre en los pequeños, sino que también abarca a todo el mundo, uno de los grandes aciertos de la compañía. Es una película marcadamente feminista, con un protagonismo absoluto casi para Helen, aunque quien nos robará el corazón será Jack-Jack, que despertará sus poderes y traerá de cabeza a su familia. Él es, sin duda, el que más carcajadas despertará en los espectadores.

En definitiva, LOS INCREÍBLES 2 tiene buen gusto en todo lo que hace. El espectador juzgará si es mejor que la primera, aunque para mí lo es. Supone la consagración de un trabajo hecho con mimo, con un guion solvente, con secuencias de acción impactantes, con mucho que enseñar y un sentido del humor muy marcado que encantará al público. Es para niños y para los adultos, candidata a llevarse el Oscar y a una tercera entrega que se merece. Si las hacen todas así, bienvenidas sean.