No me la creo, y esto es lo peor que puede pasarle a un espectador viendo un film. Y os preguntareis por qué. Podría extenderme en mis motivos para responder esta cuestión, pero para no soltar el rollo ni extenderme en demasía, voy a exponer dos de las razones principales, para mí esenciales en el cine, y que justifican mi suspenso.
Por un lado, la interpretación de todos los actores (no se salva ni uno), que es de teatro del malo. Una interpretación centrada en dictar unos diálogos aprendidos, pero no en expresar unos contenidos aprehendidos ni interiorizados. Parece que ni los propios actores se creían lo que estaban soltando por su boca.
Por otro, los diálogos. A nivel histórico esta familia vivió a finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna, durante el período histórico conocido como Renacimiento (alrededor de los s. XIV-XV), e independientemente del mayor o menor rigor histórico que pueda reflejar la película, queda absolutamente desvirtuado por los diálogos. Unos diálogos en que se dicen frases y palabras, como "poner los cuernos", que es evidente que no son ni mucho menos propias de esa época. Y a pesar de que en el cine comercial, el uso del español medieval no es apropiado para todos los públicos, por su dificultad (no por otra cosa), no es menos cierto, que el lenguaje debía haberse cuidado más, utilizando un lenguaje más adecuado y fiel a la realidad.
Así pues, a pesar de que tenía muchas ganas de ver esta película, mi decepción ha sido colosal.