Lo primero que se me vino a la cabeza fue: ¡Qué bien, otra vez los encantadores minions! Sin embargo, pensé que sería insuperable y siempre persigue el hecho de que las segundas partes nunca fueron buenas. Pues amigos, éste no es el caso.

Si la primera fue magnífica, esta es aún mejor. Las risas se vuelven a repetir continuamente durante toda la película, siempre de la mano -como no- de esos personajillos amarillos tan simpáticos. Vuelven a aparecer las tres pequeñajas, cada quién más encantadora. Y finalmente, un Gru que continúa con la labor de la primera película.

La razón por la que no la califico con mayor puntuación que la anterior es por el simple hecho de que intenta conseguir lo mismo que su antecesora, utilizando los mismos recursos que tan bien funcionaron, aunque bueno, si algo va bien ¿para qué cambiarlo?

Merece la pena para los niños... y para los adultos sin ninguna duda.