Si bien las tres películas anteriores dieron una buena sorpresa, esta última filmada completamente en 3D no es la mejor de la saga. Deja mucho que esperar, y se pierde en los escasos 86 minutos que dura la película, el 3D es un plus pero mal desperdiciado con unas muertes infantiles y sin tanta creatividad como sus antecesoras y unos actores desconocidos que hacen ver al filme como de clase "B" ya que no actúan como tales, además de un final para el olvido.