"El último Mohicano" es una extraordinaria película de aventuras, acción y romance en la América colonial del siglo XVIII. El director Michael Mann nos regala un filme de aventuras como los de antaño, bello y seductor se mire por donde se mire. Sinceramente, para mí esta es la mejor película de aventuras que he visto, y una de las mejores cintas en líneas generales de los 90, y mira que se hizo buen cine durante esa década. El argumento se centra en un periodo histórico muy convulso, donde los franceses e ingleses luchaban por el dominio de las tierras nortemericanas, reclutando para ello a milicias de la población indígena para que les ayudaran. En esta revuelta tesitura, Hawkeye "Ojo de halcón" (Daniel Day-Lewis) es un blanco criado por los indios mohicanos que logra rescatar, junto con la ayuda de dos indios (padre e hijo), de una letal emboscada de los hurones a la hermosa Cora Munro (Madeleine Stowe) y a su hermana pequeña, hijas de un oficial británico. A partir de aquí surge una atracción física entre Daniel Day-Lewis y una deslumbrante Madeleine Stowe, que está más preciosa que nunca en este filme, teniendo lugar uno de los más bonitos y emotivos romances que he visto en la gran pantalla. El pulso narrativo de la historia es vibrante, firme y elegante, no decae en ningún momento durante los 120 minutos de metraje, gracias a una trama que rebosa sentimiento, acción, épica y carácter aventurero hasta llegar al desenlace de la historia, que resulta tan desolador como poético, con auténticos momentos para el recuerdo que se te quedarán grabados en la retina para siempre. Hay que destacar una exquisita fotografía con parajes muy bellos, y una banda sonora inolvidable que acompaña de manera majestuosa a cada momento del filme. En definitiva, es una película impactante por su trama, por su aspecto técnico y por unos actores que dan vida a unos personajes heroicos, a gente que se comporta de forma extraordinaria en momentos muy difíciles. "El último Mohicano" es una delicia cinematográfica, una película que no te puedes perder bajo ningún concepto.