“Piraña 3D” es un estupendo pasatiempo siempre y cuando te apetezca ver una comedia de terror desenfadada, o sea, una de esas cintas gamberras que todos sabemos que no valen un duro como película, pero que entretienen que da gusto. Eso es justamente este filme (ni más ni menos). Así pues, y aunque sea bastante obvio decirlo, te adelanto que no esperes encontrarte aquí con ningún guión sutil o elaborado y por supuesto tampoco con la más mínima interpretación que sea digna de mención.

Tengo que reconocer que “Piraña 3D” ha sabido jugar muy bien sus cartas en todo momento. La cinta es honesta y da lo que se espera de ella con creces (en mi opinión, no se le puede pedir más). Por si tienes dudas de lo que te vas a encontrar pues te hago un resumen esquemático: tías macizas pavoneándose, escenitas semi-lésbicas provocativas, concursos de camisetas mojadas, sangre y muertes/asesinatos por doquier y, sobre todo, cientos de pirañas hambrientas rebañando con todos los atontados y atontadas que se van cruzando en su camino.

Hay un par de cosas de este filme que bien merecen la pena verse. Una de ellas sería la gran cantidad de mujeres despampanantes y ligeritas de ropa, o directamente sin ella, que vemos a lo largo del metraje. Ojo a una impresionante Kelly “conejita Playboy” Brook… menudo cuerpazo luce en este filme. Y también está de toma pan y moja la actriz porno Riley Steele, la cual comparte alguna que otra escena subidita de tono con la susodicha chica Playboy (verlas bucear juntas fue todo un deleite para los sentidos). Y la otra cosa de interés son las espectaculares muertes de las que somos testigos… madre de mi vida, las pirañas se ponen las botas las cabronas (la carnicería que tiene lugar en el lago bien vale el precio de la entrada).

Y por mi parte poco más voy a añadir. “Piraña 3D” es un entretenimiento palomitero puro y duro. Si lo que buscas es echar unas risas y pasar el rato con un blockbuster sin pretensiones, entonces esta es tu película. Si tus perspectivas sobre ella van más allá de esto, entonces yo, personalmente, te recomendaría que no la vieses.