... pero sobre todo a ella. Es, como somos todos/as y cada uno/a de nosotros/as, única. Y, como también nos gusta creer que somos, es especial. Y ella sí lo es. Y sus padres. Me ha gustado mucho conocerles y les agradezco que hayan compartido algunos momentos y tantas cosas de su vida con desconocidos. Creo que me ha aportado muuuuchas cosas buenas conocerles, aunque sólo haya sido el ratito que ha durado la película.

Lo que no entiendo es la etiqueta que le cuelgan de "documental". Eso puede alejar a la gente de las salas o la tele o hacer que no la alquilen/compren/pidan prestada. Una lástima. Así que ni caso. Es un pedazo de peli, pero sobre alguien real, y basada como dicen algunas pelis, en una historia real como la vida misma, y con los protas originales, oiga!

Y otra advertencia: que no os eche atrás pensar que va a tratarse de una historia triste. Todo lo contrario. Ser autista y/o tener un hijo autista, pues cómo va a ser: jorobado, por no decir otra palabra. Y complicado, y duro, y difícil, pues claro. Eso lo sabemos o lo podemos imaginar cualquiera de nosotros/as. Y lo fácil es quedarse con la parte mala del asunto. Pero Miguel y May nos muestran lo grandes y estupendos que son porque hasta nos hacen reir. Porque no se quedan con las cosas malas, porque no se recrean en los "contras", porque viven la vida día a día, que es como hay que vivirla, con sus ratitos buenos y algunos menos buenos, pero con AMOR con mayúsculas. Y con sentido del humor, que no debe faltar nunca, sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles.

Por eso recomiendo a quienes no la hayan visto que dejen fuera los prejuicios: no es un documental al uso, y no hay lágrimas, al contrario, hay sonrisas, muchas, y hasta carcajadas. Seguro que os encantará conocer a María y a su familia