Sinceramente, si en esta película no llega a salir de Niro, ni me habría molestado en verla, y no por mala, que no lo es, sino porque es más de lo mismo, no ofrece nada nuevo, no te engancha, ni chicha ni limoná, como se suele decir. Me ha dejado indiferente total, vamos, como un telefilm de los domingos por la tarde.

A mi que el guión se desarrolle de forma atropellada y casi rebotando de una pared a otra, como que no me mola nada y aquí el guionista se luce de mala manera. Personajes que no tienen trato, que no se cruzan entre sí para nada, de la noche a la mañana se ven todos envueltos en la misma trama. Policías que van a una zona que no visitan en años, padres que vuelven a ver hijos que abandonaron hace siglos, novias que aparecen detrás de una esquina, nietos que salen del sombrero de un mago. Acérquense todos al fantástico mundo de la televisión, por Dios un poco de seriedad.

Personajes secundarios que no aportan nada, que aparecen y desaparecen a destajo. Historias dejadas a medias, ni te explican, ni puedes hacerte una idea. La trama policial...sencillamente no existe. Es todo hijo yonkie mata a un camello, padre poli que lo abandonó aparece en su auxilio cual Batman en la noche. Y realmente es una pena, porque teniendo en cuenta el pedazo de reparto, se podría haber aprovechado mucho más. De Niro está perfecto en un papel que se le viene como anillo al dedo, más ñoño que en otras ocasiones, pero no llega a sobreactuar. Frances McDormand es genial, aunque su personaje debía de aportar más y tener más peso en la historia. James Franco, es la mejor interpretación que le he visto hasta el momento, auténtico yonkie. Y William Forsythe, como siempre ejerciendo de secundario, pero dejando el pabellón muy alto.

La fotografía es mala de narices, no han sabido aprovechar la belleza de Long Island, limitándose a pequeños primeros planos, cuando había material de sobra para presumir. Ya se que la historia va del derrumbe del ser humano cuando cae en las redes de la droga, pero no es lógico que aparezca más veces los almacenes y la basura abandonada, que las hermosas playas de la zona. En fin, para gustos los colores.