Prisionera de su propio estilo, "Matrix Reloaded" debe seguir la estética, el ritmo, los efectos digitales que encumbraron a su predecesora, pero potenciándolos más aún. El resultado es nefasto. Las acciones de acción son tan increíbles, tan absurdas que el espectador bosteza ante ellas. Los diálogos son tan flojos y la superficialidad es tan grande que uno echa de menos la angustia vital que aportaba por momentos la original "Matrix".

Porque ya no se trata de mantener el misterio o la intriga de lo que es Matrix sino simplemente es explicar el día a día de Neo, Morpheus, Trinity y sus compañeros. Pero lo cierto es que todo resulta, aparte de extremadamente confuso, de lo más aburrido e insustancial.