Lo que me ha gustado

Es una película realmente tensa y llena de energía. Me ha recordado un poco al desasosiego que sentí por primera vez al ver La Bruja de Blair, solo que tal vez Utoya sea más eficiente en ser naturalmente terrorífica ya que todo viene de lo real, de lo terriblemente real.

En ese camino hay que alabar el gran trabajo de fotografía de Martin Otterbeck, en esos largos planos de secuencia hay una gran virtud técnica, además de que nos compromete como público, casi que nos sentimos un adolescente más corriendo por su vida.

Hay un buen trabajo de la actriz principal que se carga todo el peso emocional e histriónico de la historia prácticamente toda la película

Nunca un efecto de sonido de disparos me había causado tanto estupor.

Lo que no me ha gustado

El modo vivencial y de survivor del filme casi que elimina cualquier reflexión por completo del asunto, y el producto no deja de sentirse sensacionalista en muchos niveles, sobre todo con el final que acaba de enterrar alguna otra intención.

Al final de no ser por su contexto histórico y los hechos reales hablaríamos de un slasher diferente y distante, y la verdad me confunde que tan a la ligera tomar eso.

Los diálogos, algunos son banales y lo entendemos, no hay mucha profundidad en unos adolescentes asustados.

6.5/10

Opinión Final: Conocía un poco de la tragedia de Utoya pero no a estas escalas, hay que darle al filme que de verdad sabe transmitir ese terror de poder haber estado ahí, eso y una experiencia vibrante en fotografía resume la mejor experiencia del filme, que apenas flota en medio de su indecisión de ser documentativa o sensacionalista.