La he visto varias veces, con un lapso de tiempo prudencial, y nunca me defraudo. La primera vez fue en un cine de barrio, mi barrio, allá por 1983, era bastante pequeño, recuerdo que esa tarde llovía y el cine era una buena opción para que mi madre nos mantuviera tranquilos.
Llegando a casa me sentí piloto de biplano.

No hay mucho que decir mas allá de que es una excelente película y una historia simple muy bien narrada, apta para aquellos que a veces no queremos pensar y solo deseamos disfrutar de una película secuencial que me narre un cuento divertido y emocionante, sin personajes estrafalarios o sacados de cuentos de hadas.

Excelente fotografía, y unas actuaciones sumamente creíbles.