"Crimen imposible" tiene un planteamiento apasionante: se oye un disparo en el piso de un inmueble de lujo. El portero y los vecinos intentan saber qué ha ocurrido, pero las dos puertas de la vivienda están cerradas por dentro. Fuerzan una ventana y encuentran al propietario, un escritor famoso muerto de un disparo. No hay nadie más en el piso, a pesar de que el criminal no ha podido abandonarlo. Con esa base de partida se nos narra en flash back la vida de un triunfador egoísta y se nos desconcierta con varios posibles culpables.
El eje tiene la estructura de una obra de teatro, pues casi toda la historia transcurre en el apartamento de la víctima. La intriga policíaca vine acompañada de varios dramas, el principal de los cuales es la sorpresa dolorosa de una traición. Planos, plástica y dirección de actores están logrados. Y el desenlace es coherente. Demuestra que el crimen en absoluto era imposible. Sólo precisaba para su resolución que la policía reparara en un detalle insignificante.
César F. Ardavín no tiene ni una filmografía extensa ni memorables títulos en ella. Pero adaptó razonablemente el Lazarillo y la Celestina y logró con este film policíaco un buen producto.