Si de algo se caracteriza el cine de Miyazaki es de pura belleza estética que se vierte sobre los ojos de los espectadores regalandoles unas estampas de vida tan frágiles como hermosas.
Siendo la tercera de sus películas que visiono me ha parecido que aquí abandona un poco esa belleza estética que lo caracteriza para lanzarnos un potente mensaje sobre como debemos cuidar el mundo al que pertenecemos y respetar otras formas de vida que merecen que las miremos con dignidad y empatia.
El tema ecologista es abordado como una lucha constante y temible entre seres humanos que han sido vencidos por la codicia y la ambición y animales que luchan en vano por proteger su lugar en el mundo.
Miyazaki representa un mundo que se esta desmoronando bajo nuestras propias manos. Pero del mismo modo en el que nos muestra sin pudor el lado destructor humano tambien nos regala una pareja que puede ser su salvación y su esperanza: Ashitaka y Mononoke; que sin saberlo constituyen la fe perdida en un futuro mejor donde aprendamos a valorar la riqueza del mundo que nos rodea.
Pero la ambición de esta película va mas allá de lo aparente.
Tiene un claro carácter feminista; materializado en la figura de lady eboshi. Una dama que ha conseguido que las mujeres de un pueblo remoto tengan el mismo estatus que los hombres.
Sin embargo, el profundo mensaje de esta película no hace que la belleza estética se evapore.
Al contrario, dota de mas singularidad cada uno de los planos embriagadores que nos muestra.
Miyazaki nos regala una película notable con frases que difícilmente podremos olvidar después de finalizarla.

''La vida es sufrimiento y dificultades, el mundo y el hombre están malditos, pero aun así insistimos en vivir... ''


Esta frase que se dice de manera indiferente representa el verdadero sentimiento oculto de la película.

Sin duda y a mi parecer la película mas bonita de Miyazaki que he visto.