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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
El Golo Cine rating:
7
Sci-Fi. Action When a pill that gives its users unpredictable superpowers for five minutes hits the streets of New Orleans, a teenage dealer and a local cop must team with an ex-soldier to take down the group responsible for its creation.
Language of the review:
  • es
August 16, 2020
7 of 12 users found this review helpful
La nueva película de acción estrenada por Netflix presenta a Joseph Gordon-Levitt y Jamie Foxx en un relato subsidiario del género de superhéroes, pero auto conclusivo, sin la necesidad de presentar un nuevo universo. Project Power (2020) está dirigida por Henry Joost y Ariel Schulman.

Por Nicolás Bianchi

Empieza y termina. Para una película que puede estar lateralmente incluida dentro del género superheroico eso ya puede considerarse un plus. Allí, Project Power resulta ser un film de acción y sus personajes son emparentables con, por ejemplo, los X-Men, aunque solo por un ratito. Un misterioso cartel, que en la primera escena tiene a Biggie (Rodrigo Santoro) a la cabeza, distribuye una píldora llamada ‘power’ que, justamente, da poderes a quienes la ingieren, pero solo por cinco minutos.

Quienes distribuyen el poderoso preparado son dealers, integrantes del más bajo escalafón en el mundo del narcotráfico en Nueva Orleans. En ese ambiente el policía Frank (Gordon-Levitt) mantiene una alianza con la joven aspirante a rapera, todavía en la secundaria, Robin (Dominique Fishback). Ella necesita el dinero para su madre enferma y él está a cargo de la investigación que las fuerzas de seguridad de la ciudad llevan adelante. Por otro lado, Art (Foxx) busca a los distribuidores de las píldoras porque el cartel mantiene cautiva a su hija por motivos que se develarán en la segunda mitad de la película.

Project Power presenta un costado social dado por el escenario, Nueva Orleans, una suerte de emblema de los pobres norteamericanos. Los consumidores de la película, en tiempos en los que en la realidad hay una epidemia de adicción a los opiáceos, son marginales. Viven en monoblocks o ‘projects’, como llaman en aquel país a las viviendas sociales. Es la población que sobra la que es ofrecida con una droga de carácter experimental, lo que abre, por la pandemia, una serie de significados inesperados y no buscados por quienes realizaron el film con anterioridad. Se trata de un ensayo clínico a cielo abierto aunque oculto, que exhibe en un juego de diferencias a los súper ricos y a los más pobres, al menos, dentro de Estados Unidos. Los más desdichados morirán, porque las pastillas en fase de investigación pueden provocar literalmente, cuando fallan, que quienes las toman exploten.

De todos modos, si bien ese componente está presente lo central del film está puesto en función del entretenimiento. El artilugio que elaboran los directores para sostener la trama tiene que ver, por un lado, con el plan y la identidad del cartel, que se develará, siguiendo las metáforas, en pequeñas dosis. La segunda cuestión son los poderes que por cinco minutos da la pastilla, que también se mostrarán de menor a mayor. Hay quienes se vuelven invisibles, otros que se convierten en una bola de fuego y referencias a otros personajes como Hulk o Wolverine, que poseen superpoderes, digamos, clásicos como ser la fuerza o la capacidad de sanar.

No por establecer una comparación caprichosa pero dentro de los estrenos recientes de la cadena de streaming en el género de acción y fantasía o superhéroes, Project Power, con muchas menos pretensiones, resulta ampliamente mejor que The Old Guard. Hay escenas realmente logradas, como la que exactamente a la mitad de la película se filma desde el punto de vista de una consumidora de power que está dentro de un tanque de acrílico. Quienes se entretengan con secuencias de peleas, superhéroes, y alguna vuelta meta textual en el argumento, van a pasar un buen momento de diversión.
El Golo Cine
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