Si uno no esta muy informado sobre el budismo, como es mi caso, abstengase de ver ésta peli sino quiere morirse de aburrimiento y desconcierto. En el fondo lo que me quiere contar ésta historia, me parece muy bien e instructivo, pero la veo muy recargada y llena de símbolos y animales (los que aparecen en cada estación), que te hace preguntar el porqué de esas simbología, sin recibir respuesta alguna, cómo si el director no hubiera pensado que su película la iban a ver personas de occidente que de lo único que conocen del budismo, es una estatua de un señor sentado con las piernas cruzadas. He visto otras pelis del lejano oriente, que explican con mejor resultado la filosofía budista, pero en éste caso, el director, se pasó un poco y convirtió una historia sencilla, en algo recargado que te deja con muchas preguntas sin responder.