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Spain Spain · Abroad (de momento)
Shinboneniná rating:
4
Drama In Rome, at dawn, when everyone is asleep, there’s one man who isn’t sleeping. That man is called Giulio Andreotti. He isn’t sleeping because he has to work, write books, be a socialite, and, last but not least, prey. Calm, ambiguous, inscrutable, Andreotti is synonym of power in Italy for over four decades. At the beginning of the nineties, without arrogance or humility, immobile, ambiguous and reassuring, he advances relentlessly ... [+]
Language of the review:
  • es
December 31, 2008
15 of 20 users found this review helpful
La política italiana es demasiado compleja, hasta para los expertos. Por eso en “Il Divo” se echa en falta algún rótulo explicativo o introductorio, más allá del que sirve para presentar a los interminables personajes que aparecen, o una voz en off que contextualice los acontecimientos para aquellos que, como la inmensa mayoría, desconocemos los entresijos de la política transalpina. Por cierto, en esa mayoría también habría que incluir a gran parte de los propios italianos, pero sobre todo a la práctica totalidad de los críticos cinematográficos, especialmente hispanos, que celebran el tratamiento de unos personajes de los que probablemente no habían oído hablar en su puñetera vida. Aunque tampoco es estrictamente necesario ¿no?
La mezcla del tono irónico con el documental no da resultado porque un matiz le resta fuerza al otro, de modo que el personaje, y la película en sí, no despiertan simpatía ni animadversión. Simplemente es un ejercicio de estilo, arriesgado, pero fallido. Tampoco me parece que las influencias que recoge estén adecuadamente mezcladas. La estética y arranque a lo “Reservoir Dogs” (también el empleo de la banda sonora), con apuntes de la serie “El Padrino” y montaje a lo Oliver Stone, especialmente en “Nixon”, todo ello sobre un fondo ciertamente feliniano, se muestran demasiado inconexas. Por otro lado, las similitudes entre Servillo-Andreotti y el vampiro creado por Murnau en 1922 saltan a la vista: la identificación político sin escrúpulos-vampiro insaciable no constituye ninguna novedad. Lo que probablemente ni el propio Sorrentino sepa es que el protagonista de su película remeda a otro personaje mítico, al menos en los alrededores de Barbate. Los paseos del político italiano por el palacio Chigi son absolutamente chiquitescos. Por si fuera poco, es una película bastante provinciana en el sentido de que particulariza tanto que se muestra demasiado italiana. Por eso será una película “de culto”, pero rechazada por el gran público. Pienso que como tratamiento irónico de un personaje histórico reprobable “Madregilda” está bastante por encima.
Finalmente, no veo polémica por ninguna parte, Andreotti fue absuelto hace ya casi diez años y la película no cuenta nada que no haya salido en los medios italianos.
Shinboneniná
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