La película discurre en tres segmentos cronológicos: el de la Alemania de los cincuenta, que se centra en el romance de alto contenido sexual entre la oscarizada Winslet y el prometedor Kross, que creo que es la parte más lograda; el segmento intermedio, que cuenta el reencuentro de los protagonistas en circunstancias trágicas, unos 8 años después; y los acontecimientos más actuales, en los que el personaje del lector es interpretado por un especialmente hierático Fiennes, la parte más floja e incoherente del film, ignoro si también de la novela.

El proceso de enamoramiento por parte del lector adolescente resulta verosímil, al igual que los sucesos que tienen lugar durante el proceso judicial. Pero el vínculo entre una anciana completamente amoral y un adulto ya madurito que ha rehecho su vida después de treinta años, como que no me lo creo. Por eso, uno acaba la película con una sensación de incertidumbre, y también de cierta decepción. Interesante, en cualquier caso.