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Spain Spain · Abroad (de momento)
Shinboneniná rating:
3
Documentary The United States of America is notorious for its astronomical number of people killed by firearms for a developed nation without a civil war. With his signature sense of angry humour, activist filmmaker Michael Moore sets out to explore the roots of this bloodshed. In doing so, he learns that the conventional answers of easy availability of guns, violent national history, violent entertainment and even poverty are inadequate to explain ... [+]
Language of the review:
  • es
September 25, 2010
84 of 135 users found this review helpful
Los propagandistas que se enriquecen con la mentira me irritan. Y eso que comparto la condena que hace este Follonero XXXL de la posesión de armas. Sólo me ha gustado la importancia que concede al tratamiento de la delincuencia en los medios, ya que, mientras los delitos han ido decreciendo, los telediarios se han convertido en auténticas crónicas de sucesos para acojonar a la ciudadanía. Y la aparición de Marilyn Manson, un provocador con las cosas bastante claras.

Me irrita que Moore aproveche la matanza en un instituto para vomitar su propaganda, entrelazando complejos asuntos socioeconómicos con la política internacional de los últimos 200 años. Agita algunas evidencias, otras medias verdades y varias descaradas mentiras. El montaje es caótico y las líneas argumentales conducen a la confusión, en la que habitualmente pesca este tipo. Mezcla el culo con las témporas, pues nada tiene que ver la omnipresencia de las armas en la sociedad estadounidense con los bombardeos sobre Kosovo o la metedura de pata de Clinton en Sudán.

El tebeo según el cual el miedo llevó a los norteamericanos a exterminar a los indios, esclavizar a los negros e incluso a matarse entre ellos, tiene el mismo rigor histórico que ‘Mortadelo y Filemón’. Por cierto, afirma que fue la esclavitud la que convirtió a USA en la nación más rica del mundo. Ocurrió precisamente lo contrario: el despegue tuvo lugar tras la guerra civil, cuando el modelo esclavista sureño dio paso al industrializado del norte. Moore sabe que la gente lo ignora. Ah, y Gandhi, además de un obseso de la defecación e inveterado machista, era firme partidario de la libertad de armas. O al menos eso dejó escrito.

Otras manipulaciones flagrantes: el KKK y la NRA nada tienen que ver: la NRA fue fundada, entre otros, por U. Grant, que se afanó en exterminar a los racistas encapuchados. La verdad es que Heston resulta patético, un analfabeto prepotente y sin argumentos –no hay muchos-, que ni siquiera se ha preparado la entrevista. Otra cosita: Moore sugiere inclinaciones racistas del actor, cuando es notorio que apoyó en los 60 la lucha por los derechos civiles de los negros. En cuanto al niño que dispara sobre otro menor, se omite que el arma había sido adquirida ilegalmente por un tío del niño homicida, que se dedicaba al tráfico de drogas.

Moore toma sus datos sobre homicidios de las estadísticas hospitalarias, que incluyen todo tipo de muertes por arma de fuego (defensa propia, accidentes, delincuencia, actuaciones policiales), mientras que para el resto de países se ofrecen cifras de fuentes policiales. Obviando, además, cualquier proporcionalidad de población entre las distintas naciones.

Armas no; mentirosos, tampoco.
Shinboneniná
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