Hombre, hay que reconocer que la película no es "El Séptimo Sello", pero... ¿y qué?. ¿Y lo bien que se pasa bien viendo a Mark Wahlberg (curiosamente es más fácil escribir su nombre que el de su personaje) matando a los malos desde 2000 metros?. La mitad de los que la han puesto verde son los que no aceptan películas en las que la trama sea inteligible y la otra mitad son hippies comunistoides (los mismos que escupían a los soldados que regresaban de Vietnam) que no dirían nada si el protagonista fuese un francotirador iraquí matando marines.

Aquí hablar de "trama" quizá sea excesivo: a Mark Wahlberg le matan a su perro y a su mejor amigo y desencadena una terrible venganza (entre medias, le involucran en un intento de asesinato del presidente, pero eso a él como que le da igual). En fin, todo lo relacionado con el guión no es más que una excusa para crear situaciones en las que Mark tenga que matar a más tíos, con más armas y desde más lejos.

Y sin embargo, da lo mismo: al cabo de dos diálogos críticos con el gobierno o de un par de muestras de patriotismo demócrata, te olvidas de todo lo que no sea el punto de mira, la calibración de la mira telescópica, los cálculos de trayectoria/viento/velocidad o los impactos desde 3000 metros.

Si de lo que se trata es de pasar una tarde agradable sin pretensiones cinéfilas, la película es espectacularmente buena. Los que busquen una película que dé sentido a su vida, silencios de media hora en las que una mirada lo dice todo o salir del cine sin entender nada, pues tendrán que irse a ver alguna de Almodóvar o alguna peli húngara subtitulada (o no). Yo es que soy muy simple, ya lo sé...